El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado al embajador del Reino Unido en España, Giles Paxman, para pedirle explicaciones por lo ocurrido esta semana en aguas de Gibraltar cuando la Guardia Civil sorprendió a una patrulla de la Marina británica haciendo pruebas de tiro contra una supuesta bandera española.

El director general de Política Exterior para Europa No Comunitaria y América del Norte, Luis Felipe Fernández de la Peña, se ha reunido con Paxman para presentar una protesta por los incidentes ocurridos, según una nota de Exteriores.

El incidente ocurrió el pasado martes a unas siete millas de Punta Europa, el punto más meridional del Peñón. La patrullera de la Guardia Civil descubrió a otra de la Royal Navy británica recogiendo una boya con la bandera española contra la que habían hecho prácticas de tiro.

Según el embajador del Reino Unido, en ese ejercicio de tiro se utilizó como blanco una boya con un distintivo marino con los colores amarillo y rojo, que "a pesar del parecido, no representaba evidentemente una bandera de España", según la nota de Exteriores.

Ha añadido que esta práctica es una de las que realiza con periodicidad las patrulleras de la Real Armada británica.

El embajador ha presentado sus excusas "por el error de juicio y la falta de sensibilidad puestas de manifiesto". También ha prometido que se abrirá una investigación "a fondo", se exigirán las responsabilidades que correspondan y se tomarán las medidas oportunas para que un incidente de este tipo no vuelva a repetirse.

Fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press han explicado que España no tiene en esa zona boyas con los colores de la enseña nacional, por lo que tuvo que ser colocada por la Armada.

Este incidente se enmarca en la sucesión de episodios que se vienen repitiendo desde la primavera pasada y que han causado un evidente malestar en diversos sectores de la Guardia Civil. En más de una ocasión, la Marina británica y la Policía gibraltareña han salido al encuentro de patrulleras de la Guardia Civil que han entrado dentro de las tres millas que viene reivindicando Gibraltar como aguas propias y les han ordenado que se retiren de allí. En este último caso, el incidente se produjo sin embargo en "aguas internacionales", según las fuentes diplomáticas consultadas.