El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclama un partido "unido y limpio" para liderar y ser "un instrumento útil" a la sociedad, así como para devolver a los ciudadanos "la confianza" en los políticos, y, por ello, presentará en una semana su esperada propuesta de pacto contra la corrupción.

Durante el discurso de clausura de la Convención que los populares celebraron este fin de semana en Barcelona, Rajoy apenas se refirió a la situación de su partido tras los recientes conflictos internos, salvo esa mención a la necesidad y a la "exigencia" de que el PP sea un partido "unido y limpio".

Ante todos los barones territoriales de la formación, excepto Esperanza Aguirre y Francisco Camps, precisamente los protagonistas de las últimas polémicas en el seno del partido, Rajoy puso énfasis en situar al PP como referencia de lo que para él es "inexcusable" y "ejemplar" en política: "la exigencia moral" de "limpieza en la vida pública".

El líder del PP señaló que "traicionar eso supone traicionar la confianza que han depositado los ciudadanos en nosotros y la confianza de los propios compañeros, a los que se les hace mucho daño".

Debido a ese "nivel de exigencia" y porque "hay que devolver a los ciudadanos la confianza en sus representantes", Rajoy recordó que en los próximos días estará ultimado el Código de Buenas Prácticas y en una semana su ya anunciada propuesta para un pacto contra la corrupción.

Según sentenció, con la unidad como "presupuesto fundamental" y la limpieza como "exigencia moral" el PP podrá liderar y "ser útil" a la sociedad, y se lanzará a consolidar un proyecto político "ilusionante, mayoritario y regeneracionista" con el compromiso de velar siempre por el "bien general". En todo este proceso el PP habrá de preservar la independencia como "valor fundamental".

Además, reivindicó la política como una "actividad noble basada en el servicio ciudadano" y, de paso, señaló a todos los servidores públicos que ha conocido a lo largo de su vida por haber sido un ejemplo de "abnegación, trabajo y sacrificio".

El presidente del PP quiso que la Convención de su partido se cerrara con un mensaje de esperanza en tiempos de crisis. Si el Gobierno ofrece "parálisis, improvisaciones o frivolidades permanentes", más lo que eso conlleva de "pesimismo", el Partido Popular, en opinión de Rajoy, enseña ilusión por "despejar la niebla de desesperanza" que cunde en la población como consecuencia de la situación económica.

Añadió, en este contexto, que tanto él como su equipo están en condiciones de gobernar "ahora mismo" y de situar al país en "la senda del crecimiento y la prosperidad", sobre todo porque forman un partido "previsible y fiable" que no improvisa ni "busca soluciones milagreras".

Al contrario, continuó Rajoy, ya que el PP tiene un programa y un ideario político conocidos, de valores y principios ajenos a las "modas", aunque en constante "enriquecimiento", como a su entender ha quedado probado en la Convención con las propuestas de ciudadanos al margen del Partido Popular.