La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada a la introducción en España de extranjeras para ejercer la prostitución en casas de citas de Bilbao, Santander y Pamplona y ha detenido a 20 personas, 15 de ellas mujeres de nacionalidad rusa y paraguaya que se encuentran en situación ilegal. Según la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, entre los arrestados están los dos administradores de la sociedad titular de las casas de prostitución, así como el hermano de uno de éstos.

Los detenidos en Pamplona por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros relativo a la prostitución y detención ilegal son Fernando Pedro S.G., Rosario B.C. y Pedro B.C. Además, han sido arrestadas por estancia ilegal 12 ciudadanas paraguayas y tres rusas y por un delito relativo a la prostitución otras dos paraguayas.

Las mujeres, de extracto social humilde, eran reclutadas en sus países y les ofrecían viajar a España y lograr trabajo. En Paraguay la red usaba una agencia de viajes para tramitar los desplazamientos.

Algunas de las mujeres se vieron obligadas a hipotecar sus escasas propiedades para conseguir el dinero para viajar y al llegar a España fueron hospedadas en las casas de citas y obligadas a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída, fijada de manera arbitraria por la organización en 5.500 euros. Las extranjeras eran controladas por una mujer de confianza de los responsables del grupo, sometidas a unos horarios prolongados y vigiladas a través de cámaras.

El dinero obtenido de los contactos con los clientes era fiscalizado por la encargada de los inmuebles respectivos, quien entregaba el 50% a cada uno de los administradores y el otro 50% era destinado a amortizar la deuda contraída.

Las mujeres permanecían un mes en estas casas y rotaban periódicamente de una vivienda a otra, sin posibilidad de mantener contacto con el exterior, ni poder efectuar llamadas telefónicas, mientras que la recaudación mensual obtenida por cada una de estas casas de prostitución oscilaba entre 40.000 y 60.000 euros.

La investigación fue iniciada por la comisaría provincial de Bilbao al descubrir que en una casa de citas de Erandio una chica extranjera era obligada a ejercer la prostitución. Gestiones posteriores determinaron que con el mismo nombre y gestionadas por la misma empresa operaban otros dos establecimientos similares en Zizur Mayor (Navarra) y en Santander. La Policía de Cantabria había recibido una denuncia sobre la existencia de un inmueble en Santander en el que diez ciudadanas extranjeras eran coaccionadas a ejercer la prostitución en contra de su voluntad.

La Policía ha intervenido, entre otros efectos, 12.700 euros, nueve teléfonos móviles, tarjetas de crédito y débito y un ordenador portátil.