En cuanto a la red de prostitución rumana, investigadores del Grupo VI de la UCRIF, de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, iniciaron una investigación sobre un grupo de ciudadanos rumanos, residentes en la localidad madrileña de Parla. Sospechaban que introducían mujeres de su misma nacionalidad, de forma ilegal para obligarlas a prostituirse.

Las sospechas se confirmaron cuando una de las afectadas formuló una denuncia ante los investigadores y les explicó la situación que vivía. Manifestó que entró en España bajo falsas promesas de trabajo digno, si bien, una vez aquí, encontró una realidad distinta: la amenazaron y privaron en todo momento de libertad para obligarla a ejercer la prostitución en clubes de alterne de Madrid.

Las investigaciones determinaron la ubicación en Torrejón de la Calzada de un club donde actuaba la organización. El operativo policial culminó con la detención de los rumanos: Nicusor G, de 28 años, y Venera Elena R, de 21, acusados de delito relativo a la prostitución; y de los españoles: Juan Carlos M. R. de 45, José M. C., de 74, y Antonio R. Z., de 63, acusados estos últimos, por el mismo delito y por otro contra los derechos de los trabajadores. Además se arrestó a tres mujeres por infracción a la Ley de Extranjería.

Los agentes comprobaron que la red estaba perfectamente estructurada. En principio, y ante la demanda de mujeres por parte del dueño de un club de alterne, uno de los miembros de la organización las captaba en Rumanía. Una vez en España, eran instaladas en pisos en Madrid. En ese punto, otro se encargaba de ejercer control y vigilancia sobre ellas, que quedaban privadas de libertad. Una meretriz, también de la organización, tenía como labor recoger las ganancias logradas con el ejercicio de la prostitución.

Nicusor G. tiene cinco antecedentes por robo con fuerza, dos por hurto y uno por robo con violencia o intimidación. Los agentes prosiguen la investigación y no descartan más detenciones.

Por su parte, en cuanto a la red de prostitución sudamericana, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Jefatura Superior de Policía de Madrid comenzaron a investigar a raíz de una denuncia interpuesta por una víctima. Ésta manifestó que era explotada sexual y laboralmente por parte de unos ciudadanos colombianos en un club de Madrid. Para el esclarecimiento de los hechos, los investigadores concibieron un dispositivo policial de vigilancias y seguimientos.

La operación se saldó con la detención de una pareja, de nacionalidad colombiana, que regentaba una casa de citas en la localidad de Ciempozuelos. Los dos fueron identificados como Germán Andrés O. B., de 25 años, y Peggy Angélica P. B. de 34, acusados de un delito relativo a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores. Además se arrestó a seis mujeres sudamericanas, de distintas nacionalidades, a causa de infracción a la Ley de Extranjería.

Según queda reflejado en las diligencias policiales, Peggy era la encargada de controlar a las mujeres que ejercían la prostitución y Germán era el responsable del local. Cuando un cliente decidía subir con una de las chicas a la habitación, pagaba a una camarera y ésta le entregaba un ticket. Al final de la jornada, las meretrices canjeaban los comprobantes por dinero. Recibían la mitad del importe de las consumiciones así como de los servicios sexuales realizados.