"Estamos hoy aquí para honrar a aquellas naciones que nos han ayudado y a las personas que vinieron a las zonas más remotas, abandonando sus hogares, para ayudar a la población", declaró Musharraf en su discurso, después de la entrega de medallas.

En concreto, el presidente paquistaní entregó dos medallas diferentes a los 14 españoles, ocho civiles y seis militares, encabezados por el general Jose Antonio Bautís Otero, que mandó la operación humanitaria de la Fuerza de Reacción Rápida (NRF) de la OTAN en la Cachemira paquistaní.

Entre los civiles condecorados se encontraban representantes de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Protección Civil y dos ONG, Farmaceuticos Mundi e Intervención, Ayuda y Emergencias. Siete de los premiados recibieron la ´Sitaara-i-Eisaar´, o ´Estrella al Sacrificio´, y otros siete la ´Tamgha-i-Eisaar´, o ´Medalla al Servicio´.

Musharraf manifestó su deseo de "honrar el espíritu de sacrificio y compasión que llevaron a Pakistán". "Muchas personas vinieron días antes de Navidad y Año Nuevo y tuvieron que pasar allí estas fechas", destacó, considerando el gesto de estos "héroes" como "el máximo de compasión y cooperación".

El presidente subrayó la "gravedad de la catástrofe", que costó la vida a unas 73.000 personas y dejó 3,3 millones de desplazados y que "dejó todas las instalaciones médicas y educativas en escombros". Sin embargo, el "gran reto" que supuso la tragedia "se acometió con éxito gracias" a la ayuda de la comunidad internacional. Así, destacó cómo, ante la Conferencia de Donantes convocada por Islamabad, las previsiones eran recibir 5,2 millones de dólares en ayuda y, finalmente, "se consiguió 6,5 millones".

Esta ayuda, dijo, permitió que "el porcentaje de recuperación de heridos, según el ex secretario general de la ONU, el señor Kofi Anna, fuera mejor que el que se obtuvo" tras las inundaciones provocadas por el Katrina en Estados Unidos en 2005 y el tsunami que asoló el sureste asiático en diciembre de 2004.

"Después (del terremoto) se dijo que iba a haber una hambruna y la comunidad internacional se presentó como un solo hombre y no se produjo la hambruna", señaló Musharraf. "Después se dijo que iba a haber epidemias y una vez más no se produjo", continuó. "Este es el resultado de la operación que lanzamos juntos", insistió.

No obstante, el presidente aseguró que "el trabajo no ha terminado". "Estamos en fase de reconstrucción", dijo, antes de asegurar que los trabajos están realizándose "con un gran éxito". De hecho, afirmó, "hoy todos (todas las víctimas) están bajo techo", en viviendas construidas temporales y se están construyendo las permanentes.

"Hemos convertido este reto en una oportunidad gracias a la comunidad internacional y a esta excelente gente, y por eso les doy las gracias", remachó Musharraf.

Por su parte, el ministro de Defensa español, José Antonio Alonso, expresó la "sincera gratitud" del Gobierno, el Parlamento y la sociedad española al Gobierno paquistaní por la distinción concedida y resaltó la unidad entre España y Pakistán a la hora de buscar el bienestar y avance de sus respectivos pueblos.

Horas antes de la ceremonia con Musharraf, Alonso impuso a su homólogo paquistaní, Rao Sikandar, la Gran Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco en un acto celebrado en la sede de su Departamento en Madrid. El ministro español destacó ante su colega asiático que España considera a Pakistán un país clave por su posición estratégica y por su interés desde el punto de vista logístico para el desarrollo de la misión en Afganistán.

PALABRAS PARA LA COMUNIDAD PAQUISTANÍ

Tras finalizar su discurso de agradecimiento, Musharraf dedicó unas palabras a la comunidad paquistaní presente en el acto. Además de representantes diplomáticos y miembros de la delegación, la ceremonia fue seguida por una veintena de miembros de la sociedad civil, a quienes pidió que "cumplan las leyes y las reglas existentes en España y sean buenos ciudadanos en España y en su país, y buenos embajadores de Pakistán y el Islam".

"Hay una percepción errónea de lo que es el Islam porque ha sido dañado por extremistas que no entienden la verdadera esencia del Islam y Pakistán también lo sufre", afirmó Musharraf ante sus compatriotas, que interrumpieron sus palabras en varias ocasiones con vítores. "Les pido que sean embajadores de Pakistán y expliquen que los paquistaníes son gentes disciplinadas que están en contra del extremismos", insistió, en medio de las aclamaciones.

Después, algunos de los presentes comenzaron a realizar preguntas al presidente, que hizo un discurso en urdu más extenso que el previo en inglés. Según explicaron los asistentes, en sus interpelaciones a Musharraf pidieron la apertura de un consulado paquistaní en Barcelona, vuelos directos desde la ciudad condal hasta Islamabad y la homologación de los carnet de conducir.