Así lo explicaron a los medios el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, y el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, tras una reunión de coordinación celebrada en la sede del Ejecutivo y a la que también asistió su presidente, Marcelino Iglesias.

Ayer, recordó Boné, las previsiones advertían del "peor escenario posible", pero hoy éstas son "mucho más optimistas", a pesar de lo cual se mantiene el mismo operativo de alerta.

La punta de la crecida, según los datos proporcionados por Alonso, ha llegado ya a Tudela (Navarra) y alcanzará Novillas (Zaragoza) -donde el nivel de las aguas se sitúa a esta hora en 6,84 metros- esta noche o a primeras horas de la madrugada.

A Gallur se aproximará al amanecer de mañana miércoles, y a mediodía o por la tarde llegará a Alagón, para alcanzar Zaragoza en la noche del miércoles al jueves.

El caudal del río a su paso por Castejón ha comenzado a descender desde este mediodía, cuando alcanzó un caudal de 2.764 metros cúbicos por segundo, y se sitúa ahora en 2.630 y 7,17 metros, mientras que en Zaragoza ha subido desde 1.364 metros cúbicos por segundo y 3,95 metros a los actuales 1.448 metros cúbicos y 4,10 metros de altura, aunque no se espera que supere los 2.500.

La ausencia, hoy, de lluvias, la bajada de las temperaturas que ralentiza la velocidad del deshielo en las partes altas y la rotura de algunas motas para laminar las avenidas y que el río baje con menos fuerza han sido un cúmulo de circunstancias positivas que harán que el caudal acumulado sea menor pero también que la punta de la riada se prolongue durante más tiempo.

Boné, ante estas previsiones más optimistas (ya que en un principio se pensó que el río iba a alcanzar un caudal de más de 3.000 metros cúbicos en Castejón), insistió en transmitir un mensaje de "tranquilidad" a los habitantes de las zonas amenazadas, a quienes no obstante pidió que sigan colaborando como hasta ahora.

Rechazó además que se tenga "ninguna intención" de desalojar Pradilla ni ningún otro municipio.

Sí se han retirado de la zona inundable los animales de todas las explotaciones ganaderas excepto los de una granja de vacas lecheras cuyo propietario está a la espera de la evolución de la riada para tomar una decisión dado lo complicado del traslado, explicó el consejero.