Los últimos sucesos de kale borroka en Bilbao han dado una vuelta de tuerca más a la tensión que rodea al proceso de paz en las últimas semanas. A última hora de la noche del viernes, varios encapuchados asaltaron a dos policías municipales y, tras reducirles, rociaron con gasolina a uno de ellos con la intención de prenderle fuego. Sólo la intervención de otros agentes y de varios hosteleros y comerciantes de la zona impidió que los hechos fueran a más.

Tras el ataque, el lider del PP, Mariano Rajoy, aseguró que el ejecutivo central "está siendo chantajeado por ETA". La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, subrayó que el Ejecutivo va a seguir trabajando por la paz "sin cambiar de rumbo" y sin moverse "ni un milímetro" de las reglas del juego fijadas, por lo que, insistió, no aceptará "intimidaciones, coacciones o chantajes". Mientras, el PSE y el PP vasco culparon directamente al líder de Batasuna, Arnaldo Otegi.

La tarde del viernes ya fue agitada en el casco viejo de Bilbao, donde agentes de la Ertzaintza tuvieron que realizar varias cargas contra radicales de la organización ilegal Segi que cruzaron contenedores en la calle y quemaron varios cajeros automáticos. A última hora de la noche, mientras varios policías municipales realizaban labores de control del botellón en una céntrica plaza de Bilbao, un grupo de encapuchados atacó a dos de ellos. A uno le rociaron con un spray y al otro con gasolina, con la clara intención de prenderle fuego.

Cuando otros agentes, junto a varios comerciantes y hoteleros de la zona, intervinieron para evitar la grave agresión, los radicales lanzaron un cóctel molotov contra un coche patrulla. Dos jóvenes fueron detenidos por estos sucesos esa misma noche, uno de ellos tenía 18 años. En la mañana de ayer, varios desconocidos atacaron la Casa del Pueblo de Barakaldo del PSE con un cóctel molotov, que causó daños escasos en el marco de una ventana de la fachada del edificio.

Rajoy reclamó al Gobierno que "haga cumplir la ley, que proteja las funciones de los jueces, que haga actuar a los fiscales y que haga que la policía persiga a los terroristas", por considerar que "no se puede aceptar el chantaje de ETA".

De la Vega, por su parte, lanzó un mensaje de firmeza del Ejecutivo ante estos últimos incidentes en el País Vasco, al asegurar: "Se puede decir más alto, pero no más claro. No aceptaremos nunca intimidaciones, coacciones o chantajes de nadie. Estad seguros de ello".