En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal sostiene que el atentado, que consistió en la colocación el 19 de febrero de 2002 de una bomba en el coche de Madina, que estalló cuando éste se dirigía a su trabajo en Sestao (Vizcaya) y le causó la pérdida de una pierna, fue cometido por los miembros del "comando Urbasa" de ETA Iker Olabarrieta, Eneko Bilbao y Alexander Akarregi.

Olabarrieta será juzgado por estos hechos, mientras que Bilbao está declarado rebelde y Akarregi, detenido en Holanda, no podrá ser enjuiciado porque las autoridades neerlandesas no han concedido aún autorización para ello.

El atentado, según el fiscal, fue ordenado por los miembros del "comando K-Olaia" de ETA Asier Arzalluz Goñi, que se sentará en el banquillo, Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", en rebeldía, e Idoia Mendizabal, detenida en Francia.

La bomba colocada en el vehículo de Madina estaba compuesta por entre 500 gramos y un kilo de "explosivo con efecto rompedor".

La Fiscalía añade en su escrito que los otros dos procesados, Gaizka Olabarrieta y Gorka Aztiria, "ayudaron y prestaron auxilio a los miembros del comando Urbasa a eludir la acción de la Justicia, debiéndose dicho apoyo a los lazos familiares que les unían a uno de los miembros del comando, en concreto con Iker Olabarrieta, pero no existiendo relación alguna con la banda terrorista ETA".

"Dicha ayuda se contrajo única y exclusivamente a darles cobijo en una vivienda de la localidad de Legazpia (Guipúzcoa) que estaba a la libre disposición de Aztiria, así como a trasladarles a Lekeitio (Vizcaya) en un turismo propiedad del mismo procesado con el fin de que mantuviesen una cita de seguridad con un miembro de la organización terrorista ETA", agrega el fiscal.

El representante del ministerio público considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, que imputa a Iker Olabarrieta y Asier Arzalluz, para quienes pide 20 años de prisión, y de otro de colaboración con banda armada, del que acusa a Gaizka Olabarrieta y Gorka Aztiria, para quienes solicita seis años de cárcel.

La Fiscalía también pide al tribunal que los cuatro procesados indemnicen conjunta y solidariamente a Madina con la cantidad de dos millones de euros.

Por otra parte, la Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al presunto miembro del "comando Ezkaurre" de ETA Asier Mardones por la colocación de una bomba en los bajo de un camión de la empresa de transportes Azcar en Bedia (Vizcaya) el 5 de julio de 2003.

El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de estragos terroristas por el que pedirá 18 años de prisión para el acusado.

El ministerio público afirma que el "comando Ezkaurre" estaba formado, además de por el procesado, por Urtiz Gainza, del que no consta que participase en los hechos objeto de juicio, y por Arkaitz Otazua, que según Mardones sí intervino en ellos, pero que murió el 14 de septiembre de 2003 en un enfrentamiento con la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Alava).