"Manolón" testificó hoy junto a otros siete policías en la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, donde se juzga el "caso Pipol", una operación policial desarrollada en julio de 2001 en la comunidad asturiana que se saldó con la incautación de más de 86 kilos de hachís, tres kilos de cocaína, 16 cartuchos de Goma-2 Eco como los usados en los atentados del 11-M y 94 detonadores industriales.

Entre los veinte imputados en esta causa se encuentran Trashorras y su cuñado Antonio Toro, encarcelado también por los atentados de Madrid, para los que el fiscal pide sendas penas de 17 años de cárcel por tráfico de drogas y explosivos, acusaciones que niegan sus defensas y que exigen su libre absolución.

En la sexta sesión del juicio el fiscal José Perals volvió a solicitar hoy que se incluyese como prueba un informe pericial realizado en Madrid en agosto de 2004 sobre el contenido de la dinamita encontrada tres años antes en el garaje de Avilés que, al parecer, compartían Trashorras, Toro y José Ignacio Fernández "Nayo", huido de la justicia.

El fiscal calificó de "pertinente, necesario, posible y relevante" que se incluyese el análisis y el testimonio de los dos peritos que lo hicieron para demostrar que los cartuchos eran de dinamita y aseguró que la inclusión "no es extemporánea" porque no tuvo conocimiento del informe hasta el pasado 21 de octubre.

La abogada de Toro se opuso al considerar que provocaba la indefensión de su cliente, "ya que la estrategia de la defensa se basa en que la dinamita no fue analizada", mientras que el defensor de Trashorras acusó al fiscal de querer "hacer suya una prueba que tiene metida en la cartera" y que no fue incluida en el sumario.

El presidente del tribunal, Bernardo Donapetry, rechazó la inclusión de esta prueba por los "mismos motivos" que dio al inicio del juicio cuando consideró "inadmisible" la inclusión de pruebas relativas al sumario de los atentados de Madrid.

Esta decisión provocó entonces la protesta del fiscal, que centró hoy su interrogatorio al policía en los explosivos y en la relación existente desde su hallazgo entre "Manolón" y Suárez Trashorras.

El ex jefe de estupefacientes de Avilés reconoció que el ex minero era más un "colaborador" policial que un "confidente, porque a éstos se les paga", y aseguró que Suárez Trashorras "nunca actuó como un agente" a sus órdenes.

"Nunca he pagado a Trashorras. Mucha gente colabora con la Policía y Trashorras lo hizo conmigo hasta que se le detuvo por el 11-M", afirmó "Manolón", quien reconoció que en ese periodo el ex minero le dijo en una ocasión que utilizaba la dinamita "para arrancar troncos y árboles", pero que "jamás" volvieron a hablar del asunto.

Este policía, actualmente responsable de Aduanas del Aeropuerto de Asturias, aseguró que no ha sido objeto de expediente alguno por su relación con Trashorras y declaró que éste se ofreció a colaborar con Estupefacientes en octubre de 2001.

"En otoño se ofreció a nosotros para darnos a una persona que estaba traficando con drogas a cambio de que soltasen a Toro antes de Navidad. Lo trasladé a la Jefatura de Oviedo, se lo comunicaron a José Luis Rebollo -entonces fiscal antidroga de Asturias- y a la semana siguiente comenzó una operación que acabó antes de fin de año", declaró "Manolón".

El testimonio de este policía contrasta con la declaración realizada por Trashorras, que aseguró ante el Tribunal que fue la Policía quien le pidió que colaborase y que lo hizo en el mes de julio de 2001, aunque no aceptó hacerlo hasta septiembre.

Sobre el garaje de Avilés donde se hallaron los explosivos y detonadores, "Manolón" dijo que otro agente le comentó el día del registro que Toro admitió que la droga era suya, pero no así los explosivos, extremo que fue ratificado por otro policía.