Según las conclusiones provisionales del fiscal, González Peñalva integraba en 1983 el "comando Madrid" junto a los ya condenados Juan María Tapia Irujo, José Luis Urrusolo, Ignacio Aracama Mendía y el huido José Angel Urtiaga cuando el jefe de los comandos operativos Juan Lorenzo Lasa Michelena, "Txiquierdi", les ordenó que secuestraran a Prado y Colón de Carvajal con el objeto de obtener una importante suma de dinero por el rescate.

"Txiquierdi" les entregó armas y amplia información sobre la víctima en una reunión celebrada en un domicilio de Bayona en la que estaba también presente Juan Manuel Soares Gamboa, quien finalmente no participó en el secuestro al encontrase enfermo.

Los integrantes del comando fueron después trasladados a Madrid por Teodoro Aramendía Bengoechea, colaborador ocasional del mismo, y se instalaron en un piso de la calle Juan de la Hoz.

El 25 de marzo de 1983 Urrusolo Sistiaga y Aracama Mendía siguieron en un coche que conducía González Peñalva el automóvil en el que circulaba su víctima, que se introdujo en un garaje en la calle de Zurbano.

Así, mientras Tapia y Urtiaga distraían al portero de la finca asegurándole que eran policías, Urrusolo, Aracama y González Peñalva entraron en el garaje y abordaron al financiero haciéndose pasar también por agentes.

Ante su resistencia, los terroristas le intimidaron con pistolas, le introdujeron en el maletero del vehículo que llevaban y le inyectaron un somnífero, tras lo que le trasladaron a un lugar que no ha podido ser concretado con exactitud en las cercanías de la calle Arturo Soria de Madrid.

Prado y Colón de Carvajal permaneció secuestrado hasta el 6 de junio de ese año, tras conseguir la banda terrorista una suma por su rescate próxima a los 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros).

El fiscal considera a González Peñalva, extraditada por Francia el pasado año, autora de un delito de detención ilegal agravada por la exigencia de rescate y por la simulación de funciones públicas.