Según han informado hoy fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, en la operación, denominada "Maresme", se han requisado 13.000 prendas falsificadas de afamadas marcas preparadas para vender en mercadillos del área metropolitana de Barcelona, donde habrían alcanzado un valor de más de tres millones de euros.

Las investigaciones las han llevado a cabo agentes del Grupo de Propiedad Industrial e Intelectual de la Policía Nacional y se iniciaron hace dos meses, tras detectarse un aluvión de prendas falsificadas a la venta en puestos ambulantes en las calles de Barcelona y el área metropolitana.

Las pesquisas condujeron al presunto jefe de la organización, que era el encargado de distribuir las prendas, que ofrecía a vendedores ambulantes y a establecimientos que se prestaban a la venta.

La policía identificó a este comercial como Francisco H.J.,, de 56 años y domiciliado en Mataró.

Su seguimiento permitió descubrir que poseía una nave-taller en las afueras de Mataró, donde varias trabajadoras confeccionaban las prendas falsas.

Según la policía, Francisco H.J. visitaba y captaba posibles clientes por las mañanas, mientras que por las tardes trabajaba en el taller preparando el embalaje de las prendas.

Los agentes comprobaron que la red operaba como un entramado industrial, como una verdadera fábrica, y un grupo de mujeres cumplía el horario laboral diariamente en la nave.

Estas no sólo cosían, sino que diseñaban prendas, que etiquetaban con los emblemas de marcas tan conocidas como Lacoste, Ralph Laurent, Burberry, Hugo Boss, Nike, Armani, Dolce Gabanna, DKNY, Montblanc, Adidas o Tommy Hilfinger, entre otras.

Los investigadores comprobaron que, debido a la proximidad de la Navidad, la nave estaba repleta de género y, tras varios días de discreta vigilancia, vieron que a ella acudían personas de la confianza de Francisco H.J., que trasladaban la ropa a otros almacenes, desde donde se distribuía a vendedores ambulantes.

Con todos los datos en la mano, los policías entraron ayer en la nave-taller y detuvieron a Francisco J.H. y a su esposa Isabel A.E., de 54 años, ambos sin antecedentes, como presuntos responsables de esta fábrica de prendas ilegales.

También arrestaron a cuatro trabajadoras que se encontraban en la nave, y que fueron puestas en libertad tras tomarles declaración.

En el taller, la policía se incautó de catorce máquinas de coser, dos cortadoras, cuatro etiquetadoras, siete overlock (máquina a la que introduciéndole un diseño, lo confecciona exactamente), una rematadora y cinco máquinas de tres agujas de bordar.

Las existencias que estaban preparadas para repartir en el almacén y que también han sido decomisadas suman 4.800 prendas de ropa confeccionada aún sin etiquetar, la mayoría cazadoras, parkas, camisas, camisetas, jerséis y polos.

Otras 8.000 prendas estaban ya confeccionadas con los logotipos de las marcas y a falta de embalar, mientras que también se han encontrado 200 paquetes de la marca Montblanc que contenían un reloj, una cartera, un bolígrafo y un llavero cada uno.

Igualmente, la policía se ha incautado de cien unidades de bolígrafos Montblanc, 13.000 etiquetas de las citadas marcas, 2.000 botones de todas las marcas, 3.000 bolsas para la comercialización de las prendas, 100 bobinas de hilo, 300 rollos de tela, un vehículo BMW de gama alta y una furgoneta.

Los dos propietarios de la fábrica ilegal serán puestos a disposición judicial en las próximas horas.