Los agentes se pusieron en contacto con la víctima al tener conocimiento de los hechos y ésta les contó que conocía al presunto agresor desde hacía poco tiempo.

Según su versión, pasaron juntos la tarde en una discoteca y, al salir de ésta, compraron una bebida alcohólica y se marcharon a casa de él, donde, supuestamente se produjo la agresión sexual.

Los policías montaron un dispositivo en las inmediaciones del domicilio del supuesto agresor y lograron detenerle, al tiempo que le decomisaron cinco gramos de una sustancia utilizada para mezclarla con cocaína y 405 euros procedentes, al parecer, de la venta de drogas.