El jefe de ejecutivo español llegó a Afganistán pasadas las 09.00 de la mañana hora local (05.30 en España) a bordo de un Hércules de las Fuerzas Aéreas españolas procedente del aeropuerto internacional de Kuwait, donde hizo una escala.

La delegación española había partido de la base aérea de Torrejón en Madrid a las 18.00 horas del domingo en un viaje de 24 horas de duración que se mantuvo en secreto por motivos de seguridad hasta el despegue del avión presidencial.

En contra del plan inicial que era llegar a Qala-i-naw, que no pudo realizarse por las adversas condiciones climatológicas, el avión del presidente aterrizó en Herat, donde fue recibido con honores militares de ordenanza y con la presencia de las autoridades de la provincia de Badhgis.

Aquí la delegación española visitó la base y almorzará dentro de un rato con las tropas de estas instalaciones desde las que España lidera una base de apoyo avanzado, que está integrada por unos 370 militares.

A continuación Rodríguez Zapatero, siempre acompañado por los ministros de Defensa y de Exteriores, así como por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Feliz Sanz, se desplazarán en helicóptero a Casma Khani, la zona donde el pasado 16 de agosto se produzco el accidente del Cougar en el que murieron 17 militares españoles.

Allí se realizará un acto de homenaje a los fallecidos en el que se plantará un árbol por cada uno de ellos, se oficiará un responso y una descarga de fusilería.

En principio ha quedado anulada la visita prevista a Kala-i-naw, donde el presidente tenía planeado visitar la base General Urrutia, donde más de 130 militares y ocho civiles gestionan una unidad de reconstrucción provincial.

Allí el contingente español acomete la construcción de un puente sobre un río, una obra que se inscribe dentro de un ambicioso programa.

En este sentido España va a poner en marcha en esta zona un plan urgente de infraestructuras que contempla unas inversiones de 10 millones de euros.

España tiene actualmente desplegados en Afganistán algo más de 500 militares que están integrados en la Fuerza Internacional de Asistencia para la seguridad de la ONU (ISAF).