Los responsables de Unelco alegan que la tardanza se debe a que el viento, con rachas de hasta 120 kilómetros por hora en zonas de medianías, arrasaron con todo el sistema de transporte de energía eléctrica y que se intenta arreglar en tres días los perjuicios ocasionados por una catástrofe.

Los ciudadanos expresan su malestar tanto en la calles como con sus llamadas a los medios de comunicación, en especial a la emisoras de radio.

Las quejas sobre la tardanza en reparar el suministro eléctrico también proceden de los alcaldes de esos municipios, que consideran que los daños han sido mayores porque Unelco no ha invertido lo necesario en las islas para mantener un servicio eficaz.

Unelco ha trasladado hasta Tenerife material y personal procedente de la Península y ha hecho acopio de las reservas de las que disponía y trata de levantar las torretas en las próximas horas para restablecer mañana por completo el fluido eléctrico en la isla.

La falta de energía eléctrica ha propiciado también la ausencia de agua en muchas zonas de esos municipios, con lo que los afectados por las dos ausencias no comprenden las pocas explicaciones que dan los responsables de Unelco.

Si bien desde la compañía de eléctrica se asegura que se hace todo lo posible para reparar unos daños que el director general de Unelco, José María Plans, ha calificado de catástrofe que nunca ha visto en 32 años de profesión, los afectados están preocupados por la falta de información.

La tormenta tropical Delta pasó por Canarias el lunes por la tarde y a última hora de ese día comenzaron los fallos de suministro eléctrico, que se recuperaron en parte el martes al conectar el sistema de la refinería Cepsa, pero no llegó para la mayoría de los ciudadanos.

La ausencia de luz en gran parte del área metropolitana de Tenerife hizo que durante la noche del martes más de 300 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se sumasen a los efectivos de las policías locales para patrullar en previsión de pillaje, ya que la noche anterior hubo seis detenidos por actos de ese tipo.

Desde el martes se han producido, en algunos barrios, cortes selectivos de luz para dársela a otros, pero los vecinos no han sabido en ningún momento cuándo se producirían, por lo que en ocasiones se han quedado encerrados en ascensores y escaleras mecánicas.

El director general de Unelco ha pedido comprensión porque no puede afirmar cuándo llegará con toda probabilidad la energía eléctrica, pero en algunos municipios no será antes del sábado.

La ausencia de luz y los daños ocasionados por el viento de la tormenta tropical también llevaron a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a suspender las clases en los centros no universitarios públicos y concertados de varios municipios.

La Universidad de La Laguna también se sumó a la suspensión de las clases y exámenes de diciembre previstos para el martes y el miércoles, pero hoy se han reanudado, aunque muchos docentes y alumnos protestan porque no hay luz en sus facultades.

El viento que acompañó a la tormenta tropical dejó las calles de las ciudades y pueblos de Tenerife llenas de árboles, basura, piedras, letreros y otros materiales, pero desde la tarde de ayer todas han vuelto a la normalidad.

En esta normalidad está el hecho de que agentes de las policías locales de Santa Cruz y La Laguna dirijan el tráfico en gran parte de las ciudades al no funcionar los semáforos.