Imaz, en una conferencia pronunciada en el Fórum Europa, destacó la necesidad de "ser prudentes", ya que "no tengo ningún dato concluyente, ni conozco a nadie que lo tenga, de que ETA haya decidido terminar su actividad terrorista", aunque insistió en que el principal factor "propiciador de la esperanza" es la ausencia de asesinatos en los últimos dos años y medio.

En su opinión, es "evidente" que la organización terrorista, a nivel operativo, "está débil" por la reducción de espacios que ha sufrido gracias a la cooperación policial tras los atentados del 11-S y del 11-M, si bien subrayó que ETA "ha podido matar y sin embargo no lo ha hecho".

Según Imaz, para el propio mundo social y político "que durante años ha dado cobertura a la violencia de ETA sería muy duro que volviese matar", reflexión que consideró "novedosa" en la sociedad vasca y que obedece -dijo- a un proceso de "madurez política" de estos sectores" que quieren dar el salto de una forma definitiva a la política".

En ese camino, según el dirigente del PNV, será preciso prestar especial atención al "difícil camino de la reconciliación", al estimar que el daño causado "es de tal envergadura que la normalización de la vida social no será completa incluso desaparecida ésta", lo que obligará -dijo- a velar por el "reconocimiento y reparación de las víctimas".

Aseguró que desconoce si el Gobierno está negociando con ETA, precisó que "sólo lo quiero saber el día en que concluya", y afirmó que su partido "rubricará sin duda" cualquier acuerdo que se produzca que vaya en la línea de la resolución aprobada en el Congreso para un final dialogado con la banda en un clima de cese definitivo de la violencia.

Hizo un llamamiento al PP para que tenga "la generosidad y la altura de miras política" para plantear el posible final de ETA desde una perspectiva de Estado y "por encima de los legítimos intereses partidistas que todas las formaciones podemos tener".

Destacó que para el PNV su razón de ser es "el reconocimiento jurídico y político de la nación vasca", por lo que instó a buscar "fórmulas integradoras y no conceptos unívocos" y a ser capaces "de conjugar el derecho de decisión con la obligación de pactar a través del establecimiento de mayorías cualificadas", al considerar que "el choque de soberanías no tiene solución".

En este sentido, recordó que su partido ha propuesto que la mesa de partidos que se cree en el País Vasco tenga el "doble compromiso" de que los acuerdos que se obtengan no tengan únicamente los votos de los partidos nacionalistas o de las mayorías de los partidos de ámbito estatal.

También indicó que el acuerdo que se adopte ha de pasar necesariamente por una consulta a la sociedad vasca que ha de obtener una mayor adhesión que la obtenida por el Estatuto de Guernika, lo que supondrá "la piedra angular" básica para validar democráticamente el pacto al que se llegue.

Aseguró que su partido siempre defenderá el autogobierno que las demás CCAA se quieran otorgan en sus Estatutos de Autonomía y precisó que "nunca nos hemos opuesto a que el concierto económico" se extienda a otras regiones, aunque recordó que en Euskadi existe el "contencioso vasco" que supone "el no reconocimiento de la bilateralidad". EFE

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