En su intervención en el Fórum Europa, Aguirre se refirió al contrato de venta de ocho patrulleras y doce aviones de transporte de España a Venezuela que está previsto que se firme a finales de este mes y dijo que Estados Unidos está preocupado porque esa "venta inmensa" pueda ser "un factor desestabilizador en esa región".

Aguirre explicó que las patrulleras y los aviones "incluyen" tecnología estadounidense, uno de los requisitos por los que Estados Unidos puede no autorizar esa operación, y recalcó que "hasta el momento" no ha decidido "si otorgar o no" su "permiso para su utilización".

Recordó que su país ha expresado "en diferentes ocasiones" su preocupación por esa transacción y confió en que "a la larga no se llegue a ejecutar".

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció el pasado 19 de noviembre que el ministro de Defensa de España, José Bono, visitaría próximamente Caracas para firmar los contratos de compra de los navíos y aviones españoles para las Fuerzas Armadas venezolanas.

España y Venezuela suscribieron dos protocolos de cooperación por los que se encargó a Navantia y a EADS-CASA la construcción de 12 aviones, de los que 10 son de transporte C-295 y 2 de vigilancia marítima CL-235, y 8 patrulleras, de las que 4 son para vigilancia de la zona económica exclusiva y otras 4 guardacostas.

En una comparecencia ante el Congreso el pasado 18 de abril, el ministro de Defensa, José Bono, subrayó que estos protocolos suscritos con Venezuela, cuyos contratos aún no se han firmado, suponen ampliar el nivel de cooperación con ese país y constituyen un apoyo al sector industrial estratégico español como el naval y el aeronáutico.

Preguntado por cómo afectan a Estados Unidos las relaciones políticas y comerciales de España con Cuba y Venezuela, Aguirre respondió que ambos gobiernos tienen "intereses comunes" en Iberoamérica y trabajan para "allanar" las "divergencias".

Aguirre subrayó el interés de su país en "ver una estabilidad en esa región" y sobre el "interés del presidente Chávez en exportar la revolución bolivariana", señaló que Estados Unidos no quiere "ese tipo de exportación, con la del petróleo es suficiente en este caso".

El embajador norteamericano añadió que "cada uno" de los países iberoamericanos debe tener "la tranquilidad de que sus intereses serán respetados".

Se refirió al interés "muy especial" de España en sus relaciones con Cuba y recalcó que, como país democrático, "debe tener los mismos intereses" que Estados Unidos: "una Cuba democrática y libre".

Aseguró que su país "ha abandonado" el diálogo con el régimen de Fidel Castro, al que comparó con el de Corea del Norte, porque no es "productivo" y señaló que, si se encontrara con el presidente cubano en un ascensor, no le diría nada porque "no tiendo a tener conversaciones con paredes".