Ayesa explicó que entre los afectados hay empresarios "recurrentes", dado que hasta ahora se han negado a atender las exigencias económicas de la banda, y en estos casos "se eleva el tono de la misiva", mientras que otros son objeto de extorsión por primera vez, "pero no se puede decir cuántos son exactamente dado que los hay que no informan".

Añadió también que las cantidades varían, como ya ocurrió con otra oleada de cartas el pasado verano, y así puede haber peticiones de 12.000 euros y otras de hasta 180.000, "todo depende de la fortaleza económica que ellos creen que tienen los extorsionados, aunque no siempre es buena su información", comentó Ayesa.

Agregó, además, que de nuevo esta vez se comprueba que ETA ha abierto el abanico de los empresarios a los que reclama dinero mediante "una tendencia a la baja en las cuantías para que sea más fácil el pago" y, por ello, entre los afectados "aparecen algunos pequeños empresarios".

Para Ayesa, en todo caso, "no se trata de nada nuevo y no hay ninguna expectativa de que esto cese mientras la banda terrorista siga existiendo. ETA necesita financiación y antes tenía más fácil conseguirla por otras vías y ahora le es más fácil recurrir a los empresarios".

Animó, por ello, a los extorsionados a "no atender" las peticiones y, aunque les manifestó la solidaridad de la CEN a todos ellos, subrayó que "pagar es moralmente condenable porque todos sabemos para qué servirá ese dinero".

Destacó además que los afectados "deben ser conscientes de que ETA está cada vez más debilitada, tiene menos capacidad de acción por la presión policial, y si hasta ahora se han mantenido firmes lo lógico es que sigan así".

José Manuel Ayesa se refirió, por último, a la "única posibilidad" de que se ponga fin a esta situación y que, a su juicio, pasa por que ETA "se disuelva".

"Yo no creo en treguas de esta gentuza. Las anteriores sólo sirvieron para reforzar su posición", afirmó, y agregó que, en su opinión, "lo que tienen que hacer es disolverse e incorporarse a la vida democrática que les da suficientes resortes para defender sus ideas".

Al respecto, comentó que, a pesar de los rumores sobre una posible tregua, a su juicio, "estamos en una situación de estancamiento y es absurdo que el Gobierno insista en la vía de la negociación cuando los terroristas no tienen ninguna intención de acabar con esta lacra".