La consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, presentó ayer su dimisión, tras la tragedia de Guadalajara, que costó la vida a 11 personas. Arévalo, que comparecerá el lunes en el parlamento autónomo para informar del incendio, puso su cargo a disposición del presidente de la Junta, José María Barreda, después de que ayer mañana el incendio quedase controlado, con tan sólo algunos focos espontáneos que surgían dentro del perímetro. La decisión de la consejera fue alabada por responsables políticos, que calificaron la acción de honesta y responsable. El incendio del Alto Tajo es el séptimo más grande por superficie afectada en España desde 1991.

Después de poner su cargo a disposición del presidente de la Junta, Arévalo le entregó una carta donde exponía los motivos que le han llevado a adoptar esa decisión. En la carta, leída por el consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, la consejera de Medio Ambiente dice que "sinceramente pienso que todo el equipo de la Consejería ha trabajado sin descanso durante todas estas horas tan dramáticas, haciendo todo lo humanamente posible", por lo que se siente orgullosa de ellos. Aun así, Arévalo explica que las circunstancias le obligan a asumir la responsabilidad política de los acontecimientos.

La consejera añade que no es persona que quiera aferrarse a un cargo a toda costa, "como he visto que han hecho algunos dirigentes del PP, todos no estamos en política por las mismas motivaciones, porque no todos somos iguales". Por eso, explica que presenta la dimisión después de haber acompañado a las familias de los funcionarios fallecidos y cuando está prácticamente controlado el incendio.

"Sufrimiento personal"

Termina la carta poniéndose a plena disposición al presidente de la Junta y "decidida a dar en las Cortes de Castilla-La Mancha todo tipo de explicaciones, con la conciencia de haber hecho todos los esfuerzos en el intento de hacer bien las cosas, pero con el sufrimiento personal y la sensación de impotencia por no haber podido evitar las consecuencias de estos accidentes fatales".

Precisamente será el próximo lunes cuando Arévalo comparecerá en la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes de Castilla-La Mancha, para informar del incendio declarado en Guadalajara. Después de esta comparecencia, la dimisión de la consejera se hará efectiva.

Algunos responsables políticos, como el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, valoraron como muy honesta la actitud de Arévalo al presentar su dimisión. Caldera señaló que con esta decisión "demuestra que eso sí es asumir responsabilidades". La secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE, Soraya Rodríguez, también manifestó en nombre de su partido el respeto por esta dimisión y la calificó de responsabilidad política.

El incendio de Guadalajara se ha convertido en el séptimo más grande por superficie afectada desde 1991 en España, con más de 13.000 hectáreas quemadas.

Pero para el PP esta dimisión no es suficiente. El presidente del PP de Castilla-La Mancha, José Manuel Molina, afirmó que por respeto a los ciudadanos y por dignidad, el titular del Ejecutivo regional debe irse, "porque no puede esconderse detrás de sus consejeros".

Molina criticó que Barreda no decretase el nivel de alerta 2 hasta 28 horas después de declararse el fuego en Riba de Saelices, cuando ya tenía conocimiento de que habían muerto 11 personas y se habían arrasado 8.000 hectáreas, y aseguró que "se podía haber evitado".

Ante estas declaraciones, el secretario de Organización del PSOE regional, Patrocinio Gómez, criticó el "carroñerismo político sin precedentes" de Molina y consideró que el presidente regional "es el mejor ejemplo de lo que no debe ser un político". Respecto a la dimisión de Arévalo, Gómez le mostró su apoyo y solidaridad total y la definió como una persona "íntegra, una mujer honesta y que en política y humanamente ha demostrado su valía y capacidad".