El confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier remitió una carta al Congreso, que entró ayer en el Registro de la Cámara y a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que asegura que avisó por dos veces a sus contactos en el Instituto Armado sobre la trama de tráfico de dinamita en Asturias, que fue empleada en los atentados del 11-M, y que estos le respondieron que estaba "todo controlado".

Asimismo, destaca que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil dejaron de trabajar la pista asturiana porque la "Policía" de allí les dijo que "los asturianos" eran de su confianza e informaban del tráfico de droga en Asturias y estaban "controlados", aunque subraya que no informaron de la venta de dinamita.

La misiva, con fecha de salida de la prisión de Madrid-VI (Aranjuez) el pasado día 6 de este mes (remitió otras dos a la Audiencia Nacional y al Defensor del Pueblo), está dirigida a "la Comisión del 11-M", y en ella Zouhier insiste en su inocencia y afirma que colaboró con la Guardia Civil advirtiendo "del peligro de los asturianos" que ofrecían dinamita a cambio de droga en Madrid, entregando incluso una muestra de explosivos. Añade en la reciente carta que no avisó al Instituto Armado de "los moros" a los que conocía por el tráfico de hachís porque no sabía que iban a comprar los explosivos a "los asturianos" que también conocía.