Los servicios antiterroristas de España y Francia intercambiarán las listas que obran en su poder sobre sospechosos de pertenecer a alguna organización terrorista de corte islámico, según anunciaron ayer los ministros de Interior de ambos países, José Antonio Alonso, y Dominique de Villepin, respectivamente. Tras la reunión de los responsables de Interior, ambos países han acordado crear un grupo de trabajo sobre la expulsión de religiosos radicales de su territorio nacional, una medida que ya ha sido aplicada en los dos países.

Alonso y De Villepin celebraron un almuerzo de trabajo tras visitar la estación de Atocha para rendir homenaje a las víctimas del 11-M. En la reunión mantenida, los máximos responsables de sus países en la lucha antiterrorista acordaron, tras los últimos éxitos policiales, profundizar aún más la colaboración policial para "derrotar" a la organización terrorista ETA.

Ambos ministros juzgaron oportuno que el nivel de cooperación que sus departamentos mantienen en la lucha contra ETA se extienda al combate del terrorismo islámico. Para ello, las policías de España y Francia se intercambiarán los datos que tienen de terroristas de Al Qaeda o de otras organizaciones que actúan bajo el 'paraguas' de ésta. Se trata de controlar a 'yihadistas' que en su mayoría han pasado por los campos de entrenamiento de la organización de Osama bin Laden.