Los 259 militares que integran el último contingente de la Brigada Internacional Plus Ultra II, pertenecientes a la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI con base en Botoa (Badajoz), llegó en la mañana de ayer al aeropuerto de la base de Talavera la Real (Badajoz) procedente de Kuwait. Esta brigada, cuyos primeros efectivos marcharon el pasado mes de diciembre a Irak, fue recibida por el general Fulgencio Coll, que estuvo al mando de la Plus Ultra II durante cuatro meses, y por numerosos familiares.

Entre los militares que llegaron ayer a España se encontraba también el capitán Javier Vilches, herido en una emboscada el pasado 8 de abril, en la que también resultaron heridos otros dos componentes de la brigada.

Al mando del teniente coronel Antonio Budiño Carballo, los militares fueron recibidos en la pista, donde Budiño Carballo dijo a los medios de comunicación que la situación de Irak "es la misma de las últimas semanas en que se incrementó la crisis, pero está controlada con las medidas de seguridad de cara al repliegue de las tropas españolas". Agregó que el último ataque sufrido fue el de la noche del día 26, "en que sufrimos hostigamientos con morteros, afortunadamente sin consecuencias que lamentar". Tras rehusar informar sobre el número de soldados españoles que quedan en Irak "por motivos obvios de seguridad", señaló que la noticia de la retirada del Ejército la recibieron como una misión más a cumplir, "al igual que recibimos la de ir, porque la principal hazaña es la de obedecer y el modo es ni pedir ni rehusar".