Un hombre que trabaja como celador en la ciudad sanitaria de la Virgen de la Arrixaca ha sido detenido como presunto autor de un delito de abusos sexuales después de ser denunciado por una de las pacientes del hospital, que se encontraba ingresada en el área de psiquiatría.

En su denuncia, la joven, que permanecía hospitalizada a raíz de un trastorno de la alimentación, aseguró que el empleado del centro médico la sometió a tocamientos cuando ella se encontraba en cama, llegando a levantarle la camisa y a besarle los pechos, según informaron ayer a esta redacción fuentes judiciales.

El acusado, un hombre de cincuenta años cuya identidad responde a las iniciales J. A. M. B., prestó declaración por estos hechos en el Juzgado de Instrucción número cinco de Murcia, donde negó que hubiera protagonizado ningún tipo de abusos. Tras declarar, la titular del Juzgado de Instrucción ordenó su puesta en libertad con cargos.

Dada la fecha en la que supuestamente se cometieron los abusos, el pasado fin de semana, será el Juzgado de Instrucción número cuatro el que continúe con las investigaciones dirigidas a esclarecer los hechos. De momento, el celador sigue acusado de un delito de abuso sexual en las diligencias abiertas.

Investigación del hospital

Una vez que la dirección de la Arrixaca tuvo conocimiento de la denuncia de la paciente, que permanecía ingresada por padecer bulimia, abrió unas diligencias previas para investigar los hechos y decidir si procedía la apertura de un expediente disciplinario contra el celador, trámite que todavía no ha concluido.

Para aclarar el incidente la dirección de la ciudad sanitaria tuvo en cuenta el informe que escribió el jefe de la guardia que se encontraba al frente del hospital cuando ocurrieron los hechos, y se requirió al jefe de los subalternos, responsable de los celadores, que contrastara la versión de la denunciante y el denunciado.

De momento, y de forma cautelar mientras se aclaran los hechos, el celador acusado de abusos sexuales, que no tiene antecedentes penales, ha sido apartado del área asistencial y trasladado a tareas del área administrativa.

No obstante, desde la dirección del hospital se subrayaba ayer que al celador le protege la presunción de inocencia. En este sentido indicaron que, al parecer, no hubo ningún testigo presencial de los hechos que se reflejan en la denuncia policial de la joven hospitalizada. No obstante, una de las dificultades implícitas en numerosas ocasiones en los casos de abusos sexuales es precisamente la falta de testigos presenciales.

Hasta que no concluyan las diligencias judiciales, el hospital tampoco podrá concluir la investigación que ha incoado.

Se da la circunstancia de que la paciente que denunció abusos sexuales en la Arrixaca fue rechazada de la unidad de anorexia y bulimia del hospital Reina Sofía porque no cumplía los requisitos clínicos para ingresar en ese centro sanitario.

Por ese motivo, la paciente y su madre se trasladaron a la Arrixaca y exigieron su ingreso en la ciudad sanitaria. Poco después de que se produjera el incidente que motivó la detención del celador, la joven fue dada de alta.