Honores para los protagonistas de nuestra historia: Murcia celebra el Día de la Ciudad

El alcalde José Ballesta contenía la emoción y no era para menos. Este sábado el Ayuntamiento de Murcia celebró el acto Institucional del Día de la Ciudad con «un poso de historia, pero también con una proyección de futuro», en una ceremonia que adquiría un significado especial por el 1.200 aniversario. El acto fue también una celebración abierta al público que contó con distinciones, homenajes póstumos y reconocimientos.

Los protagonistas del día no fueron sólo los discursos ni las cifras, sino los nuevos hijos adoptivos de Murcia, el empresario Tomás Fuertes e Isabel Verdejo, viuda de Ramón Gaya, quienes, aunque a simple vista pareciera no tener nada en común, comparten entre otras muchas cosas el amor por esta tierra.

También fue reconocido con la distinción de Hijo predilecto a título póstumo Antonio Muñoz. Su hija explicaba que para la familia es un reconocimiento enorme, ya que «parece que cuando uno fallece ya no te acuerdas del ser querido y es muy bonito que le rindan un homenaje a este empresario de Murcia». «Antonio Muñoz fue un pedazo de empresario, y llevó Murcia hasta los confines de la tierra», le definió emocionada su hija.

Para celebrarlo, asistieron los seis hermanos de Muñoz y sus 13 nietos y comentaban que su esposa, Ana Berraza, es capaz de robarle una silla a alguien «para estar en primera fila», bromeaban entre risas.

Junto a ellos, subieron al escenario del Romea para recoger las Medallas de Oro de la Ciudad los representantes del Hospital Virgen de la Arrixaca, el consejo de Hombres Buenos, el Colegio de Procuradores, la Agrupación de Industrias Alimentarias de Murcia, el Real Murcia , la ONG Cirugía Solidaria, la Hermandad de Esclavos de la cofradía Nuestro Padre Jesús del Rescate.

Al acto, que fue multitudinario con el teatro a rebosar, asistieron, además de la corporación municipal y miembros del Gobierno regional, el rector de la Universidad de Murcia, entre otros invitados, así como vecinos de la ciudad. Este homenaje, como recordó Ballesta, no fue solo para los que recibieron las distinciones, sino para todos los ciudadanos que representan «valores, tradición e historia» en estos 1.200 años de Murcia y de sus historias personales.