Fiestas de Primavera

El Catafalco de la Sardina se resiste al fuego en la Quema: "¡Que lo tiren con una grúa!"

No solo la nereida sobrevive: la estructura de la obra de Pepe Yagües se mantiene en pie sobre las llamas, que los bomberos acaban sofocando con mangueras

El Catafalco de la Sardina se resiste al fuego

A. L. H.

Ana Lucas

Ana Lucas

La Quema del Catafalco de la Sardina 2025 ya prometía pasar a la historia desde que Pepe Yagües anunció, en la presentación, que el pez rojo protagonista de la obra era en verdad una crisálida que acogía a una ninfa marina, la cual se salvaría del fuego al estar realizada con un material muy resistente a las llamas. Sin embargo, en la Quema en sí, cuando tocaba arder, hubo un momento en el que todo el Catafalco parecía hecho del mismo material férreo y tenaz. Porque no ardía.

Una y cuarto de la noche, ya madrugada. Arranca la Quema. Murcianos y visitantes comentan entre sí que agradecen que sea más pronto que otros años. “A las dos estamos en la cama”, indica una mujer a otra, peluche en mano. Se prende la mecha, de la Sardina emergen las primeras llamas y comienza a sonar el Himno Sardinero, como es tradición. Sin embargo, transcurren unos minutos y la crisálida roja no parece inmutarse. Resiste el envite del fuego.

Los fuegos de artificio ya suenan y brillan sobre el Puente de los Peligros, mientras el fuego sigue intentando consumir la creación del artista molinense. Concluye el castillo y la pieza sigue en pie. La cola de la Sardina resiste, por no hablar de la estructura azul que la sostiene.

La Policía Local, que ha velado con eficacia y profesionalidad por la seguridad en el desfile y tras él, va retirando vallas y permite a los espectadores pasar. Los bomberos rodean el Catafalco y hablan entre sí. Un efectivo se aproxima con una especie de utensilio con el que trata de derribar la estructura. “¡Que lo tiren con una grúa!”, grita, divertido, un hombre tras hacerse un selfie con dos colegas ante el Catafalco imbatible.

Dos y cinco de la mañana y la estructura no se cae. Los bomberos optan por sofocar con sus mangueras las llamas que quedan.

Pelotas y cascos

La gente procede a coger los balones supervivientes entre la arena (pelotas que, al igual que sus cascos, han ido lanzando los propios sardineros). Dos adolescentes preguntan a un bombero si pueden hacerse una foto con él. “Yo quiero ver la nereida, que era de acero galvanizado”, explica una joven, didáctica, a su acompañante.

Bomberos rescatan la nereida superviviente de los restos a medio quemar del catafalco

Ana Lucas

Dicho y hecho. Los bomberos recuperan de lo que fue el Catafalco los restos de la ninfa marina inmortal. Está viva, como auguró su creador, Yagües. Como 'viva' está la estructura azul que la sostenía cuando esta nereida residía en su crisálida de sardina: continua en pie.

La Quema, aunque atípica y comentada, fue el broche de oro de un maravilloso cortejo sardinero lleno de peluches, de ilusión de niños y mayores y de espectáculo en el que se mezclaron Francisco de Goya, Tim Burton, el Carnaval y la tauromaquia. 

Un bombero mira lo que queda en pie del Catafalco tras apagar las llamas sus compañeros.

Un bombero mira lo que queda en pie del Catafalco tras apagar las llamas sus compañeros. / A. L. H.

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