Fiestas de primavera

La Sardina se hace pequeña en Murcia

El desfile del Entierro infantil recorrió el centro de la ciudad el miércoles por la tarde y el catafalco que culminará las Fiestas de Primavera este año se instaló el martes de madrugada en el Puente Viejo

Judit López Picazo

Judit López Picazo

Los pitidos sardineros reinan en Murcia desde este miércoles. Como ya es tradición, tras el Bando de la Huerta, la Agrupación Sardinera toma el relevo de las Fiestas de Primavera hasta poner el punto final con la Quema de la Sardina. La primera en ponerse manos a la obra fue el catafalco de la Sardina, aunque, en realidad, lo que hizo es ‘ponerse cómoda’ en el Puente Viejo, tercio de cerveza incluido. Y el Entierro de la Sardina infantil cerró la agenda del día con música, coreografías, juguetes para deleite de niños y mayores y, sobre todo, incesantes pitidos a lo largo de todo el recorrido del desfile. 

La Sardina roja de Pepe Yagües llegó de madrugada al Puente Viejo de Murcia con un tercio de Estrella de Levante y un pin de Universae en la maleta. Ahora, murcianos y visitantes podrán ver durante unos días la escultura cuyo destino es el fuego, pues la Quema del catafalco es el broche de oro de los festejos sardineros y murcianos, que culminarán la noche del sábado 26 de abril en la avenida Martínez Tornel.

El Desfile del Entierro de la Sardina Infantil fue el evento estrella de la tarde, con un cortejo que partió a las 19.30 de la tarde desde la avenida Gutiérrez Mellado. 

Un vehículo de Ouigo abrió el desfile, seguido por chicas en patines que ondeaban ante el público carteles de la empresa. Le siguió un camión que anunciaba el menú sardinero de Burger King en sus costados y parte trasera y, una vez pasó la caravana publicitaria, llegó el turno de las banderas oficiales. 

La primera parte del desfile la protagonizaron jóvenes bailarinas y bailarines, con coloridos conjuntos y elaboradas coreografías. Desde Monteagudo llegaron las Majorettes-Twirling con bastones y bodys verdes llenos de pedrería. Por su parte, los estudiantes del colegio Luis Costa ofrecieron un recital sobre su carroza, con canciones como ‘Les choristes’ de la película ‘Los niños del coro’ en el repertorio, y disfraces varios, desde princesas Disney hasta Pedro Picapiedra y Peter Pan. Con plumas en la cabeza y bodys rosas, las alumnas de la academia de baile de Llano de Brujas fueron las encargadas de seguir animando el ambiente. 

Animales gigantes hinchables irrumpieron en el desfile y los cuidadores de Terra Natura lanzaron una lluvia de caramelos entre el público. A continuación, medio gusanos medio mariposas, las asistentes a la escuela de baile Begoña Navarro, de Javalí Viejo, revolotearon al ritmo de música moderna, escoltadas por guardias británicos con cubiertos de cocina gigantes a modo de armas. El hip-hop llegó de la mano de los ‘jugadores de baloncesto’ de Murcia Dance Center. La música dejó de sonar a mitad de baile, pero eso no paró a las jóvenes, que siguieron su coreografía al ritmo de Timbaloe Batucada que iba detrás de ellas e incluso una de las niñas animó al público a hacer palmas para acompañarlas. 

El Gran Pez apreció entonces en el espectáculo, seguido de una carroza con personajes Disney: Stitch, el Pato Donald, Woody y Buzz Lightyear, entre otros, embelesaron a los más pequeños. El nuevo modelo de sardina también desfiló en el Entierro infantil, tras los oompa loompas de ‘La fábrica de chocolate’ sobre patines y seguido del protagonista de ‘Coco’ acompañado varias calaveras mexicanas. Llegaron entonces un grupo de avatars, lanzas en mano, y los personajes de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ en formato hinchable y talla gigante. 

Leones en libertad desfilaron por las calles de Murcia, pero lo hicieron junto al resto de integrantes del circo, malabaristas incluidos. Los minions se unieron a la fiesta junto al resto del reparto de la película animada. Las alumnas de Inés Hellín lucieron trajes ochenteros morados y las de la academia de baile Dansé, uniformes de chef, pues también están aprendiendo a cocinar con Remy de ‘Ratatouille’. 

«¡Un balón!, ¡un balón!», gritaron los niños cuando apareció la primera de las carrozas de los grupos sardineros, que traían consigo con un codicioso cargamento de juguetes a repartir entre los asistentes. 

Tras la finalización del desfile, el Palacio Almudí fue el escenario de la lectura del testamento infantil, presentado por el Gran Chirrete y Doña Sardinilla. Seguidamente, tuvo lugar la quema del catafalco infantil y un castillo de fuegos artificiales cerró la jornada que, más que un preparativo, es ya un festejo con entidad propia dentro de las Fiestas de Primavera. 

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