Semana Santa

Honras fúnebres de sepulcro y angustias en las tres procesiones del Viernes Santo vespertino de Murcia

Tres cortejos más sobrios, dos de San Bartolomé y uno de San Miguel, recorrieron la ciudad tras el esplendor matutino de 'La mañana de Salzillo'

Ana Lucas

Ana Lucas

Tres cortejos más sobrios recorrieron este Viernes Santo por la tarde la ciudad de Murcia, que se recogió tras el esplendor de ‘La mañana de Salzillo’. Uno salió de San Miguel y los otros dos de San Bartolomé.

Lectura de la carta a los Hebreos: "Cristo, en efecto, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna". Se recordó en el interior de los templos, se mostró en las procesiones.

Cristo de la Misericordia

El primero de los desfiles, el de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, partió del templo de San Miguel y cubrió de negro y magenta las calles de la capital murciana. Bajaron el cuerpo del Mesías de la Cruz y crecieron flores

Son las honras fúnebres del Salvador de la humanidad. Tres entierros tuvo Jesucristo por las calles de Murcia: el citado de San Miguel y otros dos que salieron, uno detrás de otro, aunque diferenciados, de la iglesia parroquial de San Bartolomé.

Servitas

En la primera procesión, la de Servitas, sale a la calle primero San Gabriel y detrás la admirada María Santísima de las Angustias, esa Piedad de Salzillo, esa madre con el puñal del dolor clavado en el corazón y su hijo muerto entre los brazos.

Santo Sepulcro

En la segunda, la del Santo Sepulcro, cinco pasos, entre los que destaca cada año el Santísimo Cristo de Santa Clara la Real: el de la Buena Muerte.

Van de negro, como manda el luto tradicional, el austero, es clásico. El que aún queda por sufrir.

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