Semana Santa

La carta de San Pablo a los efesios se hace carne en San Antolín en el Lunes Santo de Murcia

El cortejo magenta partió con puntualidad británica y pudo por fin resarcirse de la pena de no haber podido hacerlo en 2024 por la lluvia

Ana Lucas

Ana Lucas

Cuando a primera hora de la tarde las nubes que miraban Murcia se tornaron grises, en la mente de los cofrades del Santísimo Cristo del Perdón empezó a pinchar la reminiscencia de lo que pasó en 2024, cuando la talla no pudo procesionar, cuando le tocaba, por culpa de la lluvia. Lo hizo 48 horas después, acompañando al río ‘colorao’ que emergía de la Iglesia del Carmen. Fue algo histórico, y se agradeció el detalle, pero había ganas de que saliese su cortejo en sí. El de color magenta. El que inunda cada Lunes Santo las calles y plazas del barrio de San Antolín.

Y salió con puntualidad británica. En este 2025, la cofradía estrena Cruz Guía y recupera los dos tenebrarios antiguos que la escoltan, portados por nazarenos con túnicas de cola que llamaron la atención de grandes y pequeños.

‘La Flagelación’ sale de San Antolín en la procesión de la Cofradía del Perdón en Murcia.

A. L. H.

Una rampa en la puerta de la iglesia, para que bajar los tronos no se convierta en una odisea. Un enjambre de nazarenos armados con farolillos plateados enfila por la calle a la derecha de San Antolín. En el ala paralela, en un lugar privilegiado, hay montado un stand de radio y permanecen desperdigados algunos habituales de la Semana de Pasión y religiosos que hacen fotos con su móvil a los pasos conforme van saliendo.

Ver mujeres estantes listas para cargar sobre sus hombros al Señor ya no es una rareza en las procesiones murcianas. Varias de ellas se dejaban ver detrás de ‘La Flagelación’, el quinto paso. Su ilusión brilla tanto como las rosas blancas que separan a Jesús de la Virgen y San Juan en ‘Encuentro en la Vía Dolorosa’. Uno de los más bellos.

El sol ya se ha escondido casi del todo cuando sale ‘La Verónica’. Los rostros de las cuatro figuras que hay sobre el paso brillan por las bombillas que hay entre las flores. Una joven desde un balcón reconoce a un estante y lo llama: «¡Mariano!» El cofrade saluda, aunque es difícil dar caramelos desde su posición.

‘La Flagelación’ sale de San Antolín en la procesión de la Cofradía del Perdón en Murcia.

A. L. H.

Incienso e himno nacional

Dos guardias civiles y seis monaguillos armados con grandes cirios anunciaban la salida del Santisimo Cristo del Perdón. «Me encantan los candelabros, son muy antiguos», comenta una mujer. Incienso agitado después. Y brota del templo el más esperado, al que le besaron los pies. Majestuoso. Al son del himno de España.

Dice San Pablo en la epístola a los efesios: «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo». Siglos después, Teresa de Calcuta tenía claro que «el perdón es una decisión, no un sentimiento; porque, cuando perdonamos, no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor». En el Lunes Santo murciano no existe rencor alguno y el mundo es un poco más hermoso cuando se tiñe de magenta.

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