Universidad de Murcia | Helena García-Pinar Ganadora del Premio de Igualdad de la UMU en modalidad de TFM

"Hablar de sida en femenino es prácticamente un oxímoron"

Helena García-Pinar es la ganadora del Premio de Igualdad de la UMU en modalidad de TFM por su trabajo ‘Un interludio atroz entre dos muros de silencio’

Helena García-Pinar, ganadora del Premio de Igualdad de la UMU en modalidad de TFM

Helena García-Pinar, ganadora del Premio de Igualdad de la UMU en modalidad de TFM / Juan Carlos Caval

Javier Vera

Javier Vera

«La epidemia del VIH/sida es una epidemia de significado. El miedo al cuerpo enfermo y las fracturas sociales se aunaron generando una bastida de metáforas que convertían el virus en una suerte de metaenfermedad imposible; una metáfora con un rostro, el de la abyección, el otro, el marginado». Bajo esta premisa, Helena García-Pinar llevó a cabo una investigación, a la postre premiada por la UMU, en la que el arte y la lucha por la igualdad se dan la mano. Porque «hablar de VIH/sida debe empezar a ser hablar transversalmente de cuestiones de sexualidad, raza y género».

Recientemente ha obtenido el Premio de Igualdad de la Universidad de Murcia en la modalidad de Trabajo Fin de Máster. ¿Cómo recibe este reconocimiento?

Sinceramente no me lo esperaba, porque el tema que yo traté en mi Trabajo Fin de Máster era algo complejo. De hecho, no sabía de la existencia de estos premios antes de realizar el trabajo, fue una vez lo había concluido que vi por correo interno de la universidad su celebración y los requisitos para participar. Decidí intentarlo y por suerte salió bien. Así que muy contenta, no solo por el reconocimiento en sí, sino también por la forma en la que se vivió y abordó un tema tan delicado y complejo en el propio acto de entrega de los premios. Porque más allá de un concurso, se vio que el tema era entendido y que se había hecho un trabajo de análisis de cada uno de los trabajos que se presentaron. Se notaba esa implicación por parte de la institución.

¿Qué quería plasmar en su TFM ‘Un interludio atroz entre dos muros de silencio’?

Mi intención era tratar las repercusiones socioculturales de la pandemia del VIH y el sida. Y mientras investigaba acerca de ello me di cuenta que hablar de sida en femenino es prácticamente un oxímoron. En un inicio primó mi interés por cómo se relacionan el arte y la cultura con la enfermedad, y al estar inmersos en un mundo postcovid, también comencé a interesarme por las pandemias. Entonces me topé con la del VIH y el sida, y me fascinó. En España tenemos la suerte de que en el ámbito nacional se ha trabajado esta temática con una sensibilidad enorme. Le debemos mucho a la lucha cultural que se ha venido dando junto a los avances políticos, sociales y médicos al respecto. Pero entones, mientras investigaba, me daba la sensación de que la voz que habla de sida siempre es una voz masculina, desde el estigma de la drogodependencia o el de la homosexualidad. ¿Qué pasa entonces con esos casos en los que a la mujer temerosa se le ha hecho creer desde la sociedad del espectáculo que el sida es un «castigo apocalíptico» y que debe ser una mujer piadosa encargada de proteger a su familia? En nuestro país contamos con el colectivo LSD, un grupo de mujeres lesbianas que comenzó a generar ese movimiento para hablar de sexo seguro entre mujeres.

En España le debemos mucho a la lucha cultural que se ha venido dando junto a los avances políticos, sociales y médicos al respecto

¿Cómo quedaron las mujeres excluidas de esta pandemia?

Incluso desde el punto de vista médico, las mujeres se quedaban excluidas en un principio de los ensayos clínicos para los medicamentos y tratamientos. La pandemia del VIH y el sida ha sido un catalizador enorme del poder que tiene el estigma para influir en la sociedad y en el miedo que tenemos a caer enfermos, lo que nos hace generar unas barreras y prejuicios mayúsculos.

Aunque los últimos datos disponibles de 2023 reflejan que el 53% de las personas seropositivas en el mundo son mujeres, las grandes voces del VIH/sida son, casi siempre, masculinas. ¿Por qué es importante abordar la temática del VIH y el sida con perspectiva de género?

Es un tema íntimamente ligado a la violencia sexual, y es que a día de hoy gran parte de la incidencia la podemos ver en países en los que las mujeres son víctimas de trata. Parece que cuando no se habla de algo no existe, y es por ello que también se debe hablar del VIH y el sida en femenino.

Para mí el arte es el lugar en el que crear objetos imposibles; metáforas que no tienen ningún otro lugar en el que existir fuera de él

El Trabajo Fin de Máster también aborda el tabú del sexo entre mujeres, que aún a día de hoy no ha desaparecido del todo. ¿A qué cree que se debe?

Muchas veces llegamos a situaciones, desde el punto de vista social, a las que nos sabemos cómo hemos llegado. Pero no hace falta rebuscar mucho para darse cuenta de que el sexo entre mujeres ha sido una realidad siempre. Desde la poesía erótica griega de hace siglos hasta las representaciones actuales.

¿Y qué le llevó a estudiar Bellas Artes en la Universidad de Murcia?

El arte siempre me ha llamado la atención y, afortunadamente, ese choque de realidad entre lo que yo creía que era y lo que descubrí cuando comencé a estudiar Bellas Artes no me desagradó, todo lo contrario. Cuanto más arte consumía más claro tenía que para mí el arte es el lugar en el que crear objetos imposibles; metáforas que no tienen ningún otro lugar en el que existir fuera de él. Es el contexto perfecto para poder abordar temas, porque sobre el pretexto de obra de arte cualquier cosa puede existir. En definitiva, una excusa para hablar y profundizar de lo que quieras.

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