Religión

El convento junto al Santuario de la Fuensanta se convertirá en una hospedería regentada por monjas

El Obispado da su bendición a la idea de las Hermanas Pobres de Santa Clara, que toman el relevo de las Benedictinas que se mudaron al monasterio de Alba de Tormes, en Salamanca, debido a la falta de vocaciones

Inmediaciones del Santuario de la Fuensanta, en la pedanía murciana de Algezares, en Murcia, este lunes 13 de enero.

Inmediaciones del Santuario de la Fuensanta, en la pedanía murciana de Algezares, en Murcia, este lunes 13 de enero. / JUAN CARLOS CAVAL

Ana Lucas

Ana Lucas

La comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara del convento Santa Verónica de Algezares, en Murcia, estará, desde este sábado, al cuidado del Santuario de la Virgen de la Fuensanta, ubicado en esa misma pedanía murciana, informa la Diócesis de Cartagena. Estas monjas, no obstante, no se mudarán ahí: seguirán en su convento y tienen la intención de montar en el convento ubicado junto al santuario una hospedería. Una idea que tiene la bendición del obispo y del Consistorio capitalino.

"No es un hotel, sería un centro de espiritualidad, es una casa de espiritualidad, donde hacer retiros", explican desde el Obispado. Las personas que quieran alojarse ahí, no obstante, tendrán que pagar, como en cualquier hotel o albergue, en este caso a las monjas.

Convento junto al Santuario de la Fuensanta, en la pedanía murciana de Algezares, en Murcia, este lunes 13 de enero.

Convento junto al Santuario de la Fuensanta, en la pedanía murciana de Algezares, en Murcia, este lunes 13 de enero. / JUAN CARLOS CAVAL

Que las monjas den posada al peregrino (por un módico precio) es algo que se viene haciendo desde hace tiempo en enclaves de turismo religioso tales como Fátima, en Portugal. En el caso del monte en Algezares, lo organizarán las Hermandas Pobres, que tomarán el testigo de las Benedictinas, comunidad que estuvo junto al santuario desde 1978 hasta este mismo mes, cuando se han trasladado al monasterio de Alba de Tormes.

Estas religiosas se han mudado a la población donde están las reliquias de Santa Teresa, en Salamanca, debido a la falta de vocaciones, detalla el Obispado en su web. Se prevé que este sábado haya un acto (tras la Eucarístia que oficiará el obispo) para escenificar el 'traspaso de poderes' y que a partir de entonces de la custodia del santuario pasen a hacerse cargo las Hermanas Pobres.

Se trata de una decisión que ha tomado el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, junto al Cabildo Catedralicio, responsable tanto del santuario como de todo lo relacionado con el culto de la Virgen de la Fuensanta, para que tras la marcha de las Benedictinas "permaneciera allí alguna comunidad que siguiera ofreciendo un cuidado cercano y siendo testimonio de la vida religiosa", según explica el deán de la Catedral, Tomás Cascales.

"Una nueva orientación"

Al valorar distintas opciones, surgió la posibilidad de que este servicio lo realizaran las Hermanas Pobres de Santa Clara. Esta comunidad, que no abandonará su actual convento en Algezares, atenderá el santuario y a la patrona "con una nueva orientación para el monasterio que hay junto al santuario: la de que haya personas que, con su acogida, puedan ir allí a modo de hospedería para vivir un tiempo de encuentro con Dios", dentro de la tarea de acompañamiento que estas religiosas ya realizan.

"Sentimos mucho la marcha de las Benedictinas, pero había que buscar una solución; esta será una etapa bonita, con una actividad distinta a la anterior, pero que encaja con ese lugar para la espiritualidad que queremos que sea todo el conjunto del santuario", expresa el deán.

Por su parte, la abadesa de esta comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara, Sor Leonor Sánchez, explica que miran hacia esta nueva etapa "con mucha ilusión".

"Es un gozo"

En ella estarán presentes en el santuario para "acoger a las personas que acudan a él y que puedan encontrarse con esa paz que tanta falta hace, que puedan descansar en la casa de la Madre".

Sor Leonor dijo que pondrán en marcha una casa de espiritualidad que será un lugar "de acogida y de oración". Un proyecto que responde a "un deseo que hay en el corazón de la comunidad desde hace tiempo" y para el que ofrecieron su disponibilidad. "Hay mucha alegría en este proyecto; nos supera esto que nos pide Dios, porque supone también custodiar el santuario de la patrona de la ciudad de Murcia y de su huerta, que para nosotras es un gozo; pero sabemos que el Señor irá por delante marcando el camino", dice la abadesa.

Respaldo de la Glorieta

Al equipo de Gobierno municipal le parece genial esta idea. A preguntas de esta redacción, desde la Glorieta apuntaron que "desde el Ayuntamiento se valora positivamente cualquier refuerzo en los alojamientos que puedan traer turismo a Murcia".

"Y más en un segmento en el que no hay mucha oferta como las hospederías", concretan.

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