Universidad de Murcia | Ángel Chacón Graduado en Derecho por la UMU

"Ojalá en el futuro se vuelva a cruzar mi camino con el de la Universidad de Murcia"

Hasta ahora he participado en unos 65 programas de Saber y Ganar, "quiero seguir disfrutando, y si consigo llegar a los 100 estaré encantado"

Ángel Chacón, graduado en Derecho por la UMU

Ángel Chacón, graduado en Derecho por la UMU / La 2

Javier Vera

Javier Vera

¿Qué le llevó a estudiar Derecho en la Universidad de Murcia? 

Siempre tuve más o menos claro, desde los 13 o 14 años, que me quería dedicar al registro de la propiedad. Mi padre siempre me ha apoyado en este sentido, teniendo en cuenta que se trata de un trabajo cotizado y ‘seguro’. Además, una tía mía es registradora y siempre la he tenido en un pedestal. Y desde ese momento lo he sentido como un reto.

Yo me he criado en Cuevas de Almanzora, a medio camino entre Almería y Murcia, y como me resultaba más atractiva Murcia para vivir, pues decidí venir aquí para desarrollar mis estudios universitarios en la UMU. La recuerdo como una etapa de mucho aprendizaje, y es verdad que, en la universidad, si uno se organiza bien puede disfrutar del tiempo libre. No era el que más salía de fiesta, pero sí que disfrutaba mucho con el cine, la lectura y la investigación. También me sirvió para conocer a personas que luego han acabado siendo grandes amigos, casi como hermanos. Curiosamente, uno de estos mejores amigos, con quien más tarde compartí piso en Barcelona, es el hijo del rector José Luján, así que de algún modo mantengo ese vínculo con la Universidad de Murcia (risas).

¿Ha pensado en desarrollar en el futuro esta relación con la UMU?

No me disgustaría en absoluto ejercer como profesor asociado allí, ayudando en materia de Derecho Civil o en la optativa de Derecho Registral. Me encantaría poder probar y vivir esa experiencia.

¿Cómo vivió el periodo de oposiciones a registrador de la propiedad, en cuya promoción acabó en quinto puesto?

Siempre he creído que entre los que conseguimos aprobar estas oposiciones se encuentran aquellos buenos estudiantes que acaban trabajando como registradores, y quienes quieren dedicarse a ello y se convierten en buenos estudiantes. Y yo me inclinaba más por ese segundo grupo. Aunque tengo que reconocer que mi etapa estudiantil, sobre todo en los años de instituto, no fue precisamente brillante.

De cara a las oposiciones, que conseguí sacar en poco más de tres años y medio, comencé a estudiar seis días a la semana, unas 9-10 horas al día que fueron aumentando conforme se acercaba la fecha de los exámenes.

¿Cómo es el día a día como registrador de la propiedad?

Actualmente ejerzo en Tarragona, y mi labor consiste en comprobar la legalidad de los documentos que se presentan en el registro y que cumplen con todos los requerimientos necesarios. También nos encargamos de dar publicidad de la situación en la que se encuentran las fincas, siempre y cuando haya un interés legítimo por parte del solicitante. Además, colaboramos con las administraciones públicas para tratar de evitar que la primera vez que se inscribe una finca en el registro se produzcan invasiones del dominio público, o en materia de ejecuciones hipotecarias para supervisar que se cumple lo que dictan las normas. 

Creo que, para mucha gente, el registro de la propiedad es una oficina en la que no se sabe muy bien qué se hace, pero básicamente le damos garantía al tráfico y movimiento de los bienes inmuebles.

Desde septiembre participa en el programa de La 2 Saber y Ganar. ¿Cómo está siendo la experiencia hasta ahora? 

Yo me aficioné al concurso durante la carrera universitaria, ‘jugaba’ desde casa y no se me daba mal, y siempre había tenido la curiosidad de ver cómo me podría ir allí. Tampoco tenía pensado participar muy joven, quizás a partir de los 32 o 33 años, pues cuanto más ha vivido alguien más conocimientos posee, pero un día, aprovechando que vivía en Barcelona (lugar de grabación) me probé a contactar con el programa. Dos semanas después me hicieron la entrevista, y a los dos meses ya comencé con las grabaciones.

Hay veces que resulta agotador, porque son jornadas enteras de grabación, sin olvidar el trabajo que no puedes dejar de lado, y al final eso supone más carga cuando vuelves a la oficina. Pero lo llevo bien y lo entiendo como una experiencia gratificante, son momentos también muy divertidos en los que conoces a gente muy interesante con las que compartes inquietudes. El ver cómo se ‘hace’ la televisión por dentro también es muy curioso y entretenido.

Además, se ha convertido en uno de los ‘magníficos’ más jóvenes del concurso.

El título de magnífico se le concede a los participantes que superan los 7.000 euros. Da derecho a volver a participar junto al resto de magníficos en unos programas especiales que se graban durante su aniversario, el 17 de febrero. Quien gana ese torneo es nombrado ‘súper magnífico’, y tiene el derecho de incorporarse de nuevo a los programas diarios. 

Hasta ahora he participado en unos 65 programas, mi intención es seguir disfrutando de cada uno de ellos, y si consigo llegar a los 100 estaré encantado.

También se le ha visto en algunos programas vistiendo la camiseta de la Universidad de Murcia.

Pues surgió cuando uno de mis compañeros de concurso, Nacho, comenzó a ponerse la de la Universidad de Málaga en todos los programas múltiplos de diez. Esa costumbre la inició Jero, uno de los concursantes más míticos de Saber y Ganar, quien ya salía con la camiseta de la Universidad de Salamanca. A mí me pareció un buen detalle y decidí empezar a tener esos ‘guiños’ con la UMU, una institución a la que le estoy enormemente agradecido, y ojalá en que el futuro se vuelvan a cruzar nuestros caminos, es mi deseo.

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