Murcia

Los gorrillas de Murcia resisten la presión policial y municipal

La Policía Local formula más de 3.000 denuncias en lo que va de año, cifras similares a las que se registraron a mediados de 2021 y 2022

Un aparcacoches ilegal hace señales a un vehículo en una zona de estacionamiento regulado en Murcia.

Un aparcacoches ilegal hace señales a un vehículo en una zona de estacionamiento regulado en Murcia. / Francisco Peñaranda

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

Es algo así como un mal endémico, un fenómeno que tiene su origen en los años 80 y que a día de hoy sigue generando situaciones incómodas y en ocasiones, incluso desagradables en la ciudad de Murcia. No debería permitirse, pero en la mayoría de los disuasorios gratuitos no puedes estacionar tu vehículo sin abonar una cantidad de dinero al sujeto que te señaliza y te espera junto a al plaza libre. ¿Por qué lo hacemos muchos? Para evitar discutir con un desconocido o para ahorrarnos las amenazas o el disgusto de encontrar nuestro coche con un arañazo, es decir, se hace por miedo y coacción. No es de extrañar que muchos vecinos de Murcia exijan soluciones para dejar de sentirse indefensos, pero no es fácil.

Ni la ordenanza con sus sanciones, ni la incautación del dinero, ni las cámaras de videovigilancia, ni las batidas de grupos especializados de Policía Local, han logrado frenar el fenómeno de los gorrillas en el municipio de Murcia y, justo es decirlo, en ninguna ciudad de España más o menos grande, especialmente las del sur.

Los agentes han detenido a 18 personas, por resistencia o desobediencia a la autoridad

En lo que llevamos de año se han formulado 3.055 denuncias, según datos ofrecidos por fuentes de la Policía Local de Murcia, que indican que las principales zonas en las que actúan siguen siendo Puerta Nueva, Centrofama, avenida del Río Segura, calle Greco o los disuasorios del Malecón y de La Fica, entre otras muchas. Desde el 1 de enero hasta el 21 de mayo se han llevado a cabo 18 detenciones, la mayoría por delitos de resistencia o desobediencia a la autoridad. Esta misma semana una vecina de Murcia solicitó ayuda tras ser amenazada por un aparcacoches en la zona de Centrofama. Agentes de Barrios intervinieron y al intentar identificar al individuo, este atacó a uno de los agentes. El sujeto fue detenido por atentado contra agentes de la autoridad. Del total de denuncias, 35 incluyeron sanciones por tenencia de drogas y se certificó la estancia ilegal en el país de 7 personas.

Estos datos denotan que el fenómeno de los aparcacoches ilegales persiste en la capital. En todo el año 2022 se formularon 6.461 denuncias, y 6.802 en 2021, es decir, que el 2023 va camino de repetir las cifras de los dos años anteriores: más de 6.000 denuncias al año.

35 multas por tenencia de drogas y 7 actas por estancia ilegal en el país, entre las actuaciones realizadas

La ordenanza antigorrillas de Murcia, llamada eufemísticamente ‘Ordenanza reguladora de determinadas actividades o conductas en el espacio público del municipio de Murcia’, fue publicada a finales del año 2019 y establece que los agentes de la autoridad intervendrán y aprehenderán cautelarmente los instrumentos utilizados para la comisión de la infracción, así como el dinero, los frutos o los productos directamente obtenidos mientras se tramita el procedimiento sancionador o hasta que, en su caso, se resuelva la devolución o se decrete el decomiso. Esta medida se incluyó con la esperanza de que sirviese de disuasión, pero, a la vista de los números, no parece que haya resultado muy eficaz. Este año, la Policía Local ha decomisado 3.475,92 euros. Desde la salida de esta normativa local también se configuró en la Policía Local de Murcia un grupo especializado formado por cinco agentes que realizan controles de paisano en las zonas más calientes.

Otra medida que tampoco resulta efectiva es la sanción. La ordenanza recoge un régimen sancionador, que en los casos más graves alcanza los 3.000 euros de multa, pero nunca se pagan ya que, obviamente, las personas que ejercen esta actividad ilegal se declaran insolventes.