Los conductores de los autobuses conocidos como los ‘coloraos’ se encuentran desde las 23.00 horas de este domingo acampados en el exterior de las cocheras de la empresa Transportes de Murcia, en una parcela del polígono de San Ginés. Allí permanecerán, con sillas, colchonetas y tiendas de campaña, hasta que el Ayuntamiento de Murcia y la empresa lleguen a un acuerdo que evite que la concesionaria del servicio de autobuses urbanos ejecute el descuelgue del convenio y reduzca los salarios un 42 por ciento (se hará efectivo a partir de la nómina de este mes) para mantener la rentabilidad del servicio tras el aumento de los costes del carburante. En total, la empresa reclama al Consistorio 2,7 millones de euros por este concepto, más otros conceptos que podrían elevar la cifrar a 5,7 millones.

Tortillas de patatas y bocadillos en la acampada de los 'coloraos' fuera de las cocheras en San Ginés Juan Carlos Caval

Desde el Ayuntamiento trabajan en una restructuración de la concesión y han ofrecido una subvención de 110.000 euros, algo que todavía no se ha producido y que queda muy lejos del reconocimiento de costes que propone la empresa.

Con la rebaja del salario, que se hará efectiva en la nómina de este mes, un conductor que cobraba de base 1.500 euros verá reducida su nómina a algo más de 900 euros. Cabe mencionar que la reducción salarial afecta a todos los conceptos, entre pluses y pagas extra.

En un principio, los trabajadores tenían previsto encerrarse en el interior de las cocheras, pero agentes de la Guardia Civil se personaron allí para impedir su acceso, tras una denuncia de Transportes de Murcia.

En un video publicado a través de redes sociales, el portavoz del Comité de Empresa, Miguel Cano, denuncia “la ilegalidad que está cometiendo la empresa con sus trabajadores con una deuda de más 4.500 euros en las nóminas y con una amenaza de rebaja salarial del 42 por ciento, algo que llevará a la ruina a unas 98 familias”, señala. En ese mensaje, Cano se dirige directamente al alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, y le exige que cumpla con su compromiso. “Dijo que no iba a consentir esa reducción de los sueldos bajo ningún concepto”, recuerda el representante de los trabajadores.

Los conductores amenizan la acampada de protesta con el sonido de una guitarra española. Juan Carlos Caval

Uno de los trabajadores asegura que se han visto obligados a lanzarse a una 'huelga salvaje' “debido a que no nos dejan otra alternativa”. Recuerda este trabajador que cuando el Comité de Empresa convocó “una huelga legal en días pasados, el Ayuntamiento decretó unos servicios mínimos abusivos del cien por cien y tuvimos que desconvocarla porque no hubiera tenido ningún efecto”. Asegura este trabajador, que seguirán acampados “hasta que tengamos nuestro problema resuelto”.

La empresa advirtió que estaba prohibido ocupar el centro de trabajo

“Es la primera vez que hacemos algo así, los conductores ya se están despidiendo de sus familias porque no saben cuándo las volverán a ver”, señala el portavoz del Comité de Empresa, que aseguró ante la inminencia del posible encierro, Transportes de Murcia les notificó por escrito que quedaba "terminantemente prohibido ocupar el centro de trabajo” y que con ese acto se incurriría en una “huelga ilegal”. La empresa también invitaba a los trabajadores “a fin de evitar riesgos de todo tipo a trasladar su actividad reivindicativa a un lugar donde se pueda preservar la seguridad”.

Asegura Cano que la huelga y la acampada se hace con todas las consecuencias y ante la posibilidad de un despido afirma que “cuando uno va a la guerra, ya sabe a lo que va y sabe que le pueden pegar un tiro”. Sobre la imposibilidad de acceder al interior de las cocheras, Cano afirma que "no pasa nada, estaremos aquí fuera, si total, a nuestras casas no nos dejan entrar porque no llevamos el sueldo", comenta irónico.