Chapa y pintura en el Banco de España

El paso del tiempo y la polución del elevado número de vehículos privados que circulan por Gran Vía, así como la contaminación que genera el paso de autobuses por la céntrica calle de Murcia, han hecho mella en la estructura del Banco de España, un edificio protegido que se alza imponente en el corazón de la capital de la Región.

La institución, consciente de estas circunstancias, se ha decidido a poner remedio a la situación y ha iniciado los trabajos de limpieza y restauración del exterior del emblemático edificio, que se ha llenado de andamios para proceder a ejecutar un proyecto que costará 1,2 millones y que ha sido adjudicado a la empresa Doalco. Las tareas iniciadas durarán un año, indicaron fuentes del Gobierno central en Murcia, y también se procederá a la iluminación exterior del inmueble, en cuyo frontal había dos majestuosos árboles que fueron talados por el Ayuntamiento a petición de una asociación de protección del patrimonio que argumentaron que esos ejemplares no dejaban contemplar la edificación.

Los trabajos que se van a llevar a cabo en Murcia corresponden al programa que está realizando el Banco de España de recuperación de su patrimonio en todas las sedes de las distintas ciudades en las que está presente la institución con el objetivo de restaurar sus edificios. Si en el transcurso de las tareas de limpieza y recuperación de fachadas surgieran otras necesidades de restauración, se habilitaría un proyecto complementario para hacerles frente aprovechando que está armado el andamiaje, que da a Gran Vía y a los laterales de la edificación.

El proyecto de recuperación de las fachadas fue adjudicado en noviembre del pasado año (a la licitación se presentaron doce empresas) y ahora han comenzado los trabajos una vez que se han solventado las últimas modificaciones.

El edificio cuenta con cinco plantas con un patio central, obra de los arquitectos del Banco Luis Menéndez Pidal y José Yarnoz Larrosa. La superficie inicial del solar era de 810 metros cuadrados, de los cuales se construyeron 728, quedando el resto como zona peatonal y escalinata, de dominio público. El estilo es neoclásico, con columnas dóricas, el dominante en los edificios civiles del primer tercio del siglo XX.