Solidaridad

Abrazo solidario en el colegio Federico de Arce de Murcia por Martín, un niño enfermo de cáncer

Los alumnos, padres y profesores celebraron ayer un acto emotivo por el alumno de 8 años del centro que sufre esta enfermedad

Alumnos y personal del 
colegio protagonizaban ayer 
el abrazo solidario. |   JUAN CARLOS CAVAL

Alumnos y personal del colegio protagonizaban ayer el abrazo solidario. | JUAN CARLOS CAVAL / a.sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La solidaridad se dio ayer un abrazo en el colegio Federico de Arce de Murcia por Martín, un niño de 8 años que sufre un cáncer y que es alumno del tercer curso de Primaria de este centro. Decenas de niños se congregaron en el patio del colegio para escenificar ese apoyo solidario para su compañero y su familia. La esperanza de vida es de hasta 5 años tras el diagnóstico de la enfermedad y se da sobre todo en niños de 5 a 10 años. El acto, organizado por los profesores y la dirección del centro, contó con la colaboración del hermano de Martín, Rafael, quien ha lanzado una petición en Change.org para reclamar más financiación en la investigación del cáncer.

«Actualmente no hay cura. Somos conscientes del esfuerzo que médicos, enfermeros y auxiliares maravillosos hacen por Martín y por otros muchos, pero no es suficiente si no se invierte más en investigación. Necesitamos que ésta sea una prioridad. En este tipo de tumores con más motivo, ya que nuestros pequeños no sobreviven y no nos podemos quedar sin hacer nada».

Para que esta petición tenga la suficiente repercusión, señalan desde el centro educativo de Martín, «es necesario que la firme el mayor número de personas posible y sumarnos todos para conseguir que se aumente la inversión en estudios sobre el cáncer» y que, además, se priorice la investigación del cáncer infantil.

Cada año alrededor de 10.500 niños y niñas enferman de cáncer y más de 1.100 mueren por la enfermedad. «No son solo números, son niños como mi hermano Martín que necesitan que se abran vías de investigación con urgencia porque para muchos ya llegamos tarde», señala Rafael.

«No pienso quedarme de brazos cruzados mientras mi hermano y otros niños se encuentran en esta situación porque no se invierte suficiente en investigación», añade.