Los colectivos festeros de Murcia recibieron una subvención récord en 2022

El 2022 ha sido un año clave para la recuperación de las tradiciones y festividades murcianas. La pandemia detuvo el pulso social del municipio y la luz de los pasos de Francisco Salzillo, de las kábilas y mesnadas, de las carrozas sardineras o del desfile huertano se apagó durante dos largos años. Los más agoreros se atrevieron incluso a afirmar que el parón de la covid había debilitado para siempre estos eventos, que marcan, como pocos, la identidad cultural del municipio.

Por todo ello, el Ayuntamiento de Murcia ha hecho un gran esfuerzo por impulsar en 2022 a los colectivos festeros del municipio. Durante el pasado ejercicio estas entidades, el Cabildo Superior de Cofradías, la Federación de Peñas Huertanas, la Agrupación Sardinera, la Federación de Moros y Cristianos, las Campanas de Auroros, la Asociación de Belenistas o el Certamen de Tunas del Barrio del Carmen, han recibido, todas y cada una de ellas, la mayor subvención de los últimos diez años.

La Agrupación Sardinera recibió una subvención el año pasado de 185.000 euros, cuando en 2020 y 2021, años marcados por la covid, solo dispuso de 114.000 euros, lo que supone un incremento del 62,2 por ciento. La cifra de 2022 también supera ampliamente a la de los años previos a la pandemia con cerca de 25.000 euros más. El incremento más importante de estas ayudas municipales fue para las peñas huertanas, que alcanzaron el año pasado los 165.000 euros, casi el doble de lo que percibieron en los años covid y un 46 por ciento más que en 2018. Por su parte, el Cabildo de Cofradías recibió 125.000 en 2022 y Moros y Cristianos 105.000, ambos colectivos experimentaron aumentos del 56 y el 62 por ciento, respectivamente, con respecto a los años de confinamiento y restricción.

La Agrupación Sardinera es el colectivo que más ayudas ha recibido en 2022: 185.000 euros

Consciente de las dificultades que han tenido que afrontar estas fiestas en los últimos tiempos, la Concejalía de Cultura, que dirige el concejal de Ciudadanos Pedro García Rex, ha llevado a cabo este año importantes proyectos singulares a través de su área de Festejos, como el viaje a Génova de los sardineros, la cesión de uso de la Ermita del Pilar al Cabildo Superior de Cofradías o el gran arco en la nueva zona festera de Moros y Cristianos. 

Los eventos asignados al área de Cultura también se beneficiaron del aumento de las subvenciones. La Campaña de Auroros recibió seis subvenciones por valor de 7.000 euros durante el 2022, un 16 por ciento más que en años anteriores, la Asociación de Belenistas duplicó lo percibido en años anteriores, de 1.500 a 3.100 euros, y el Certamen de Tunas del Barrio del Carmen pasó de sus 20.000 euros a los 25.000. Otros colectivos como Pupaclown también percibieron un 25 por ciento más.

"Son los mejores embajadores de nuestra cultura y nuestras tradiciones", señala el concejal García Rex

Cabe destacar el esfuerzo que se ha hecho con el Museo Salzillo, que ha pasado de los 20.000 euros en 2018, 2020 y 2021, a los 50.000 euros en el pasado ejercicio, lo que significa un incremento de más del 85 por ciento.

Según el concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, estos incrementos de las ayudas responden a una nueva visión de las asociaciones culturales y los colectivos festeros como «grandes embajadores de nuestra cultura y tradiciones, de una parte importante de nuestro patrimonio inmaterial que hay que impulsar». Además, Rex sostiene que son «elementos dinamizadores turísticos, que atraen a visitantes a una Murcia que crece y que se está proyectando como nunca antes lo había hecho».

Una crisis pasajera

Cabe recordar que a finales del pasado mes de octubre los principales colectivos festeros del municipio expresaron a esta Redacción su malestar porque las cantidades aprobadas en el último Presupuesto municipal no se correspondían a las que les habían prometido en un primer momento y que tuvieron su reflejo en el plan de subvenciones. Esa diferencia les iba a generar un problema financiero importante porque el gasto ya se había realizado. El concejal de Cultura se encargó de subsanar lo ocurrido y explicó que ese recorte presupuestario se realizó sin su consentimiento. Finalmente, las aguas volvieron a su cauce gracias a la rápida reacción del edil de Ciudadanos.