Patrimonio

Murcia relanza sus edificios culturales más emblemáticos

La Concejalía que dirige Pedro García Rex quiere que las infraestructuras BIC no acojan usos administrativos

El  Archivo del  Palacio Almudí contiene documentos de incalculable valor.

El Archivo del Palacio Almudí contiene documentos de incalculable valor. / Juan Carlos Caval

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

La Concejalía de Cultura está decidida a relanzar los edificios culturales más emblemáticos del municipio. Consciente de su gran valor histórico y artístico y de su función tractora para el turismo nacional e internacional, el Ayuntamiento está trabajando en una estrategia para recuperar estas infraestructuras y vaciarlas de otros usos que nada tienen que ver con su dimensión cultural.

Desde su entrada al Gobierno local en el año 2019, el concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, ha defendido esta idea y asegura que ha quedado incluida en el Plan Estratégico de Turismo del municipio de Murcia 2021-2025. «Partimos de la base de que la recuperación y puesta en valor de las infraestructuras BIC y elementos patrimoniales, naturales y culturales de una ciudad supone uno de los ejes principales para la vertebración del territorio», sostiene el edil de Ciudadanos. Sin embargo, este objetivo «colisiona frontalmente con la realidad que me encontré al coger las competencias de Cultura y Patrimonio dos años más tarde, en el año 2021». Asegura García Rex que cuando asumió ambas competencias se encontró con una situación en la que las infraestructuras y edificios BIC, «están destinadas a uso administrativo, privando a la ciudad de infraestructuras dedicadas a uso cultural para que sirvan como efecto tractor sobre la demanda turística y un efecto dinamizador del sector turístico».

Más de 10.000 legajos en el Archivo Municipal del Palacio Almudí

El Archivo se trasladó al Palacio del Almudí en 1986, donde tiene su sede principal. Aquí se encuentran los fondos históricos, la Hemeroteca y la Biblioteca. Diez años después se habilitaron nuevas dependencias en la Finca Mayayo en Sangonera la Verde para gestionar la documentación producida desde mediados del siglo XX hasta hoy. Su volumen, continuamente en crecimiento, supera los 40.000 legajos de los cuales hay más de 10.000 en el archivo del Almudí y más de 30.000 en el archivo del Mayayo. 

Entre otros importantes documentos el Archivo cuenta con el ‘Libro de Privilegios Reales’ y una magnífica colección de ‘Cartularios Reales desde 1314 a 1855’. A ellos hay que añadir los diez tomos de documentos originales de la monarquía, desde el siglo XIII al XVIII, encuadernados por decisión concejil de 8 de octubre de 1746, con la finalidad de preservarlos, y que hoy conforman la serie que se conoce como Cartas Antiguas y Modernas.

En el caso concreto del Palacio Almudí, el planteamiento es más amplio y ambicioso. Se trata no solo de sacar los usos administrativos a los que actualmente está destinado en parte, sino de trasladar también el archivo municipal a instalaciones más adecuadas para ello. Este posible traslado está en fase de estudio, pero una de las opciones que está encima de la mesa es llevarlo al Cuartel de Artillería.

Según explican fuentes municipales hace años que se está debatiendo «la necesidad de buscar nuevas instalaciones accesibles, seguras y preparadas la conservación de los documentos producidos por la Administración local. Sin embargo, ningún equipo de Gobierno ha dado el paso para ello».

El Ayuntamiento quiere que sus infraestructuras culturales sean un elemento esencial del atractivo turístico

La recuperación del Palacio del Almudí se contempla dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino del municipio de Murcia, aprobado de manera provisional. «Estamos a la espera de la aprobación definitiva para comenzar con los trabajos de redacción del proyecto», señalan desde el Ayuntamiento.

En esta estrategia no solo se contempla el Palacio del Almudí, sino también, a corto plazo, la recuperación en valor para su uso cultural y turístico de otros edificios BIC como puede ser la segunda fase de la Cárcel vieja como ‘hub’ audiovisual; la recuperación del mercado de Verónicas y del mercado municipal de Saavedra Fajardo, que albergará también un uso gastronómico.