Los hosteleros que desde el año 2020 han solicitado al Ayuntamiento de Murcia, de forma excepcional, poner en marcha una terraza en un espacio dedicado hasta ese momento al aparcamiento de vehículos, es decir, en zonas de tránsito rodado, podrán seguir con ella abierta hasta el 31 de diciembre de 2023.

A partir de esa fecha, el Ayuntamiento estudiará la viabilidad de que puedan seguir en esta situación. Así lo ha confirmado a La Opinión el concejal responsable de Vía Pública, Juan Fernando Hernández Piernas, que no cree que los planes de movilidad del Ayuntamiento, que supondrán la pérdida de cientos de plazas de aparcamientos, afecten estos veladores. «Puede verse afectado alguno casualmente, pero será de forma testimonial, hay que tener en cuenta de que el 50 por ciento se encuentran en pedanías», explicó.

Hernández explica que el Ayuntamiento ha hecho efectiva la prórroga de esta concesión excepcional porque se considera que todavía se requiere «una revitalización del tejido hostelero y comercial, sin olvidar que estamos ante unas expectativas de crisis económica a las puertas».

Según el concejal de Ciudadanos esta medida «no sólo ha beneficiado a la hostelería, sino también al comercio en general, ya que genera un mayor movimiento de clientes en zonas urbanas, al tiempo que se gana en seguridad y en limpieza».

Los hosteleros piden la permanencia de los veladores  

El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (HoyTú), Jesús Jiménez, prefiere que se mantenga para siempre la autorización de las terrazas covid en aparcamientos a que se prorrogue la suspensión de la tasa. Jiménez sostiene que los veladores en plazas de aparcamiento van en la línea de los proyectos municipales de movilidad «que buscan reducir el tráfico de coches por el centro de la ciudad». 

En relación a los planes de movilidad sostenible, el representante de los hosteleros señala que «tenemos que hacer una ciudad que sea amable con los peatones y que promueva la visita de los turistas». Sobre la quejas que han suscitado estos cambios en algunos colectivos vecinales y comerciales, Jiménez considera que hay que «dejar trabajar a los técnicos del Ayuntamiento».


En cuanto a las otras terrazas, que se habilitaron de manera especial también durante la pandemia en zonas peatonales y en parques y jardines, unas 50, Hernández asegura que podrán seguir manteniendo su actividad de manera ordinaria y no estarán sometidas a revisión, «siempre y cuando no se incumpla ninguna cuestión normativa». El edil de Vía Pública recuerda que para la concesión de estos espacios se realizaron de manera previa varios estudios relacionados con la accesibilidad, la seguridad y la normativa medioambiental, «precisamente para que, una vez remitiera la pandemia, no hubiera que retirarlas».

Las restricciones en la hostelería derivadas de la pandemia del coronavirus llevaron al municipio de Murcia al aumento de un 75 por ciento del número de terrazas, que pasaron de 400 en 2019 a casi 700 en la actualidad, a las que se sumar las 195 ampliaciones de las ya existentes.

Algunos colectivos como No Más Ruido han criticado que se mantengan unas terrazas que consideran «ilegales». La prohibición de instalar terrazas en plazas de aparcamiento tiene su fundamento, recuerda esta asociación, en el grave riesgo que tales instalaciones suponen para la seguridad vial y para la vida e integridad física de las personas.

Lo que sigue en el aire es la continuidad de la suspensión de la tasa por aprovechamiento especial de terrenos de uso público con mesas y sillas, gracias a la cual, los hosteleros no han tenido que pagar nada por instalar sus terrazas durante el año 2022. Esta Redacción lleva semanas preguntando al Ayuntamiento si mantendrá esta suspensión. Según fuentes municipales, la confección de las ordenanzas fiscales de 2023 no se ha cerrado y no se ha tomado ninguna decisión al respecto.

Cabe recordar que el único requisito para acceder a esta bonificación, de momento, es que el hostelero se encuentre al corriente de sus obligaciones fiscales con la Hacienda Municipal. El impacto económico que suponía esta suspensión para el Consistorio era de 1,2 millones de euros.

Lo que sí está claro es que el resto de tasas e impuestos municipales se congelarán en 2023, como ocurrió en los dos años anteriores. Así lo confirmó a La Opinión, el concejal de Gestión Económica, Enrique Lorca.