Que el Ayuntamiento de Molina de Segura no se siente cómodo en el Consorcio de Residuos de la Región de Murcia (Corem) es una realidad.

En más de una ocasión, desde este consistorio se ha manifestado el malestar por el incremento de precios y tarifas que se ha registrado en los últimos meses, lo que ha llevado a su alcalde, Eliseo García, a mirar hacia Murcia y, concretamente hacia Cañada Hermosa, como una opción para tratar las basuras de su municipio si finalmente da el paso y decide abandonar el Consorcio gestionado por la Comunidad.

Sobre este planteamiento se debatió ayer en el despacho de Alcaldía de la Glorieta, donde el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, recibió al primer edil de Molina, un encuentro al que acudieron también dos de sus ediles y en el que hubo tiempo para plantear cuestiones de seguridad.

En Molina de Segura no existe planta de tratamiento, por lo que el Ayuntamiento se encarga de la recogida de los residuos a través de la empresa mixta Sercomosa (51% municipal y 49% de Acciona) y deja en manos del Consorcio de Residuos regional la gestión de los mismos.

El Corem lleva a cabo el traslado y gestión de residuos de unos 40 municipios de la Región (entre ellos Molina de Segura) gracias a que cuenta con una planta de tratamiento en Ulea y cuatro estaciones de transferencia más, ubicadas en los municipios de Los Alcázares, Calasparra, Jumilla y Mazarrón.

Eliseo García explica a La Opinión que aún no hay una propuesta o planteamiento en firme, pero «queríamos saber qué capacidad tiene Cañada Hermosa y si hay espacio suficiente en sus sifones para acoger los residuos de Molina de Segura».

Este municipio genera unas 30.000 toneladas anuales de basura.

«No estamos de acuerdo con el aumento de tarifas que ha llevado a cabo el Consorcio porque este se verá reflejado en el recibo que pagan todos los vecinos, por lo que estamos buscando alternativas y queríamos saber cómo se lleva a cabo la gestión de residuos en Murcia», insiste García, quien apunta que Sercomosa y Cañada Hermosa ya cuentan con un acuerdo para casos puntuales de determinados deshechos, como son los residuos industriales, por ejemplo.