Miles de personas han llenado este sábado por la tarde y noche las calles de Cabezo de Torres para disfrutar de la fantasía, el color y la música del Gran Desfile del Carnaval. El sentimiento carnavalero, arraigado desde hace más de 140 años en esta pedanía murciana, ha explotado como pocas veces en la historia de esta festividad. Y no es para menos porque la paciencia tiene un límite y este se ha puesto a prueba durante los dos últimos años. Desde el año 2020 Cabezo de Torres no había podido disfrutar de uno de sus eventos más queridos y con mayor proyección regional y nacional.  

Las plumas, los estallidos de color, los sorprendentes maquillajes y las estudiadas coreografías de unos grupos compartieron espacio con la sátira, el humor y la parodia de otros más canallas. Todo ellos se dejaron el alma durante el recorrido para dar al público un pequeño paréntesis de alegría. “Este es el carnaval con más solera de la Región”, señalaba Paqui Ruiz desde la salida de la calle Luis Vives. Esta vecina de Cabezo, que había acudido con sus dos hijos de unos 6 y 12 años, recuerda que antes los desfiles pasaban con grupos musicales que tocaban en directo, y algo que echa de menos y que prefiere a esos equipos de sonido con casi una decena de altavoces. 

Tras el comienzo del desfile las últimas sillas libres en la avenida de Murcia fueron ocupadas por muchas familias, con personas mayores, y por muchos niños y niñas disfrazados de superhéroes, policías y princesas. La mayoría de los jóvenes permanecieron de pie en las últimas filas. Los atronadores altavoces de cada una de los grupos canavaleros animaba el ambiente a su paso, y los espectadores miraban hipnotizados los sinuosos movimientos de la Walkirias, los ojos blancos y peligrosos del grupo Sálvese quien pueda, o los divertidos bailes de las Grecas, con sus vestidos rojos y sus pelucas rubias con el corte a lo Raffaella Carrá.

El pasado mes de febrero los 33 grupos carnavaleros tuvieron que apretar los dientes cuando se anunció la cancelación del desfile por las restricciones marcadas por la pandemia de la covid-19. Y hoy por fin, aunque un poco pendientes del cielo y de las preocupantes alertas de la AEMET, el Gran Desfile, en el que han participado cerca de 1.000 personas, ha podido salir a la calle y dejarse querer por los miles de vecinos y visitantes.

Cabe recordar que el viernes tuvo lugar un novedoso y llamativo aperitivo, el llamado Desfile Abierto que partió desde la avenida de Murcia en el que participaron cientos de vecinos y visitantes disfrazados bajo la temática de superhéroes. A ritmo de batucadas y una decena de camiones con vibrantes altavoces despertaron el sentimiento del Carnaval en todos los presentes. Este Desfile Abierto a la ciudadanía culminó en el recinto de fiestas hasta altas horas de la madrugada.