La grandiosidad de los Moros y Cristianos vuelve a tomar las calles de Murcia tres años después. En 2019 fueron la lluvias torrenciales de una asoladora DANA las que frustraron los deseos de desfilar de cientos de festeros. En 2020 y 2021 la pandemia también obligó a integrantes de kábilas y mesnadas a permanecer en casa. Incluso en 2018, último año en el que murcianos y visitantes pudieron disfrutar del Gran Desfile, la lluvia empañó los bailes y actuaciones.
Este 2022 se cumplen 39 años de la fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, cuyo sentimiento ha permanecido latente los murcianos durante estos tres últimos años, que han estado aguardando pacientemente su regreso.
Toda la ilusión y ganas acumuladas estallaron este sábado a lo largo y ancho de las calles murcianas tras escuchar los primeros de las marchas moras y cristianas. Los festeros lucieron de nuevo orgullosos sus lujosos trajes y, pese a la pausa de todos estos años, no olvidaron como desfilar y bailar, para deleite de los miles de murcianos y asistentes de otros puntos de la Región y la geografía española que se congregaron en la capital del Segura. Una vuelta al siglo XIII en la que ocho kábilas y siete mesnadas recrearon la historia de los orígenes de la ciudad una vez más.
Antes de que tuviera lugar el Gran Desfile, para calentar motores, un pasacalles festero de las kábilas y mesnadas recorrió las calles y plazas de la ciudad. A partir de las 20.00 horas dio comienzo el plato fuerte. El boato de la Federación de Moros y Cristianos fue el primero en partir desde la Alameda de Colón, que contaba en esta ocasión con una solemne y vistosa danza de mujeres ataviadas con trajes época y otras vestidas de arlequín.
La kábila Abu-L-Abbas, del bando moro, fue la encargada de abrir el desfile entre los vítores y aplausos de los asistentes. Minutos antes, María José, natural de Abanilla e integrante de la Kábila de Moros Almohades, esperaba con expectación su primer desfile de Moros y Cristianos en Murcia. «El ambiente es increíble, aunque no se compara al de Abanilla, ese es insuperable», aseguró.
Unos metros más atrás, Juan Carlos, de la Kábila Abenmardenix ‘El Rey Lobo’, se preparaba con sus compañeros para desfilar en el que fue su séptimo año participando en la fiesta. «Lo más bonito es el momento de entrar a Gran Vía», que este año lucía llena hasta la bandera, un momento que pudo volver a disfrutar con «gran emoción» tres años después.
Para mañana
Mañana, domingo, tendrá lugar a las 12.30 horas un pasacalles festero por las distintas calles y plazas de la ciudad. Por la tarde, a las 18.00 horas, se llevará a cabo una ofrenda floral a la Virgen de la Arrixaca, antigua patrona de la ciudad, en la iglesia de San Andrés.
Durante la jornada de mañana también se celebrará el Alarde de Arcabucería a las 19.00 horas, y a las 21.00 horas se representará la Embajada de la Fundación de la Ciudad de Murcia en la plaza del Cardenal Belluga.
