La dirección del Museo de la Ciencia y el Agua, ubicado en la Plaza de la Ciencia de la capital murciana, pedirá al Ayuntamiento de Murcia financiación para llevar a cabo un proyecto de remodelación integral de este entorno, que lo haga más sostenible, explicó la directora del centro, Marta López-Briones.

De los alrededores del museo sustrajeron, en época de confinamiento, las placas que había junto a la bola del mundo, el reloj de sol y los planetas que decoran el lugar. «Las quitaron todas, no queda ni una», admiten desde el museo. La principal teoría es que se los llevaron con la idea de conseguir chatarra para vender. Aunque han pasado más de dos años de los robos, «algunos elementos no se han repuesto porque no cumplen con la normativa actual», detalló López-Briones. 

El museo es de 1996 y los objetos de sus alrededores del 98: algunos juegos se han quedado obsoletos y no van en consonancia con la ley de accesibilidad. «No se han restaurado por eso», subrayó la directora, que no lleva un mes en el cargo: se ocupa del museo desde el 7 de julio.

Lo que pretende la nueva responsable del lugar es acometer una «remodelación total de la plaza» en la que se levanta el museo, así como «adaptar» los juegos a la normativa, «a las distintas capacidades» de las personas, así como hacer un entorno más sostenible. 

«La normativa incluye todo lo público, han de adaptarse a ella todos los edificios municipales”, apuntó al respecto. 

"Desde el año 1998 ha cambiado todo muchísimo, hasta la forma de enseñar", dice López-Briones

Por eso Marta López-Briones quiere «plantear una reforma integral del entorno del museo» que también contemple más zonas de sombra, para «crear más sostenibilidad» en la ciudad. 

«Murcia lo necesita por el tema del cambio climático», manifestó la directora, que habló de la importancia de «entrar en el proyecto de las islas de biodiversidad». Estas son espacios donde se siembran o plantan especies autóctonas que contribuyen a la restauración ecológica del medio natural. Con la idea de los huertos urbanos en la cabeza, la propuesta se encuentra en elaboración. «A ver si me lo financian», espera la gestora del «museo más visitado de la ciudad». «Vienen muchos niños, muchos colegios y muchas familias», recuerda.  

«Desde 1998 ha cambiado todo muchísimo, hasta la forma de enseñar», destacó la responsable del centro, que tiene claro que, cuando se arregle todo el entorno, «puede ser un proyecto muy chulo» y beneficioso para Murcia.

Aunque el museo depende de la Concejalía de Cultura,son varios los departamentos que López-Briones considera que han de implicarse para poner en marcha un lavado de cara que revitalice el museo y la zona.