La Opinión de Murcia

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Fiestas

Los vecinos de Beniaján toman las calles para disfrutar del Gran Desfile

El día grande del Carnaval inunda de música y color las principales avenidas de la pedanía

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Desfile del Carnaval de Beniaján 2022 Juan Carlos Caval

Los vecinos de Beniaján y cientos de visitantes tomaron este domingo las calles de la pedanía murciana para celebrar de forma multitudinaria el día grande del Carnaval de Beniaján. Dos grandes filas de sillas y algunas pequeñas gradas, en los laterales de la calzada de la avenida Fabián Escribano, fueron ocupadas en su totalidad pocos minutos antes de que una salva de cohetes anunciara el inicio del Gran Desfile. 

Tras dos años sin poder salir a la calle por la pandemia, su celebración tiene lugar fuera de sus fechas tradicionales, pero por todo lo alto. La frustración acumulada se dejó notar en las calles invadidas de familias, algunos con sus mejores galas, niños y sobe todo mucha gente joven que asistió curiosa al largo despliegue de compasas, 20 este año, encabezadas por la agrupación Destellos y todas ellas escoltadas por un vehículo que remolcaba una instalación con grandes altavoces que hicieron retumbar los cristales de las fachadas. 

“Claro que había ganas, aquí mirábamos como en otros sitios estaban recuperando sus tradiciones, sus fiestas, pues con cierta envidia te diré, y ya le tocaba el turno a nuestro Carnaval, y mira cómo ha respondido el pueblo”, comenta Encarnita, una vecina de Beniaján de 47 años, que ha encontrado acomodo, junto con su familia, en uno de las sillas de Fabián Escribano. Tampoco quiso perderse el Gran Desfile, el exalcalde de Murcia, José Ballesta, que estuvo atendiendo a muchos vecinos que se acercaban a él, alguno de ellos se atrevió a animarle a presentarse como candidato a la alcaldía de Murcia en las próximas elecciones. También asistió, representando al Gobierno municipal, la concejala de Igualdad, Juventud y Cooperación al Desarrollo, Teresa Franco. 

Las coreografías, el color y la música hicieron las delicias de un público animoso, entregado a un festejo que forma parte de la identidad y de la historia de Beniaján, pero lo que levantó al respetable fue el paso, en el cierre, de una carroza repartiendo juguetes. “No es que sea el Entierro de la Sardina, pero oye, se disfruta igual o incluso más”, señala orgulloso un veterano vecino de la zona, que acaba de hacerse con un pequeño botín en forma de balones de plástico. 

El despliegue policial fue imponente durante el desfile, y no se registraron incidentes de consideración, sin embargo la presencia de los agentes no impidió, al comienzo del evento, alguna que otra molesta retención del tráfico en uno de los accesos al centro de la pedanía.

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