La proliferación de plantas invasoras en la zona del río Segura a su paso por la ciudad ha hecho que estas hayan llegado hasta el Puente Viejo, un elemento patrimonial catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural) y en el que la Administración debe tener un especial cuidado de conservación.
Concretamente, la planta que ha colonizado la histórica zona de paso entre la Gran Vía de Murcia y El Carmen es la nicotiana glauca, según expertos consultados por La Opinión, una planta exótica invasora que coloniza bien y que es frecuente en solares y cultivos abandonados, en bordes de caminos, zonas degradadas, y en entornos urbanos como este.
Algunos vecinos de la zona han llamado la atención sobre los problemas que puede ocasionar esta planta que ha nacido entre las piedras del Puente Viejo de Murcia, ya que sus raíces podrían incluso dañar o mover algunos de los sillares de la estructura si no se actúa con rapidez.
La Concejalía consultará a la arqueóloga municipal al tratarse de un elemento catalogado como BIC
El concejal de Fomento del Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, confirma que están ya trabajando en ello y que «se están analizando las posibles actuaciones» que se pueden llevar a cabo en el puente. Una de las opciones pasa por encargar estos trabajos a la actual empresa de mantenimiento de la ciudad InSitu, aunque también existe la opción de sacar un contrato específico, ya que los operarios tendrían que realizar trabajos en altura para retirar las plantas que han ido creciendo entre los sillares.
Además, al tratarse de un elemento catalogado como BIC, la Concejalía de Fomento consultará a la arqueóloga municipal, Carmen Martínez, para determinar la mejor manera de proceder en esta zona. «Aún no sabemos el presupuesto que tendrán estos trabajos, pero buscaremos la mejor forma de actuar con garantías de que el puente se encuentra en las mejores condiciones», insiste Gómez.
Falta de mantenimiento
El portavoz de Ecologistas en Acción, Pedro Luengo, considera que hay dos elementos a tener en cuenta en este caso. Por un lado estaría la falta de mantenimiento de los elementos culturales, edificios y estructuras, algo que «es crónico en nuestra Región» y pone como ejemplos la Catedral de Murcia, la muralla, el yacimiento de San Esteban o el complejo de Monteagudo.
Mientras que en un segundo plano estaría la no retirada de especies autóctonas de hierbas y arbustos que crecen en solares y algunos entornos urbanos.
Luengo explica que «hay una corriente creciente, sobre todo a raíz de la pandemia, de evitar retirar en ciertos lugares urbanos la vegetación natural, para fomentar espacios más naturales, favorecer los polinizadores y otros insectos, etc. Es algo que se está haciendo en muchas ciudades. Pero es diferente a dejar todo abandonado sin más».
El portavoz de Ecologistas dice que se invierte poco en el control y la erradicación de especies de plantas y animales exóticos invasores. Y recuerda que «una vez que están es difícil erradicarlas, pero si debería controlarse que no entren a espacios naturales».
