La Dolorosa que Francisco Salzillo hizo para la población de Tobarra, en Albacete, antes de 1772, ya se encuentra en Murcia. Se trata de la nueva obra invitada en el Museo Salzillo, que ayer se presentó y que estará expuesta durante los meses de mayo y junio de 2022 en la Sala de Bocetos.

Se trata de una Dolorosa de gran interés dado que estuvo a punto de desaparecer en la Guerra Civil. Prácticamente dada por perdida, la imagen fue encontrada en 1940 en Valencia, en un cajón donde se salvaron algunas obras de arte de Tobarra, entre las que se hallaba la cabeza de la Virgen. Las fotografías antiguas testimoniaban la belleza y la unción de la obra, y permitieron ser una vía de interpretación para su restauración un año más tarde por el valenciano Roberto Roca Cerdá, discípulo de Mariano Benlliure. La última intervención fue llevada a cabo por el murciano Javier Bernal.

El descubrimiento en 2019 de una plancha de cobre sirvió para acotar la cronología de esta obra, que sería anterior a 1772, año en el que el obispo don Diego de Rojas le concedió indulgencias. Por ello, su cofradía ha celebrado este hecho con la publicación de un libro dedicado al 250 aniversario de la llegada de la imagen y ha tenido a bien prestarla de forma temporal para que pueda ser contemplada durante esta primavera en el Museo Salzillo, en Murcia, el lugar donde fue creada por el genial escultor. En la presentación de la obra estuvieron presentes José Manuel Sáez Gómez, el presidente de la Comisión Ejecutiva del Museo Salzillo, Emilio Llamas, y la directora del mismo, María Teresa Marín.