Nuestro Padre Jesús Nazareno era sacado este viernes por la noche de su templo, la Iglesia de Jesús, para ser trasladado al convento de las Madres Agustinas Descalzas. Con las monjas permanecerá hasta el próximo Miércoles Santo, como es tradición. Los ciudadanos acompañaron a la imagen en su recorrido, y lo hicieron con gozo y devoción. La covid truncó los traslados y las procesiones: de ahí que estas manifestaciones de fe sean recibidas con ganas, ahora que, por fin, pueden hacerse.

Es la segunda vez este año que la escultura sale a la calle, para recibir el cariño de los murcianos. Nuestro Padre Jesús, titular de la procesión del Viernes Santo por la mañana en Murcia, fue uno de los tres Cristos que acompañaron a la Virgen de la Fuensanta en su rogativa. Los otros fueron el Rescate y el Santísimo Cristo de la Salud.

Es uno de los traslados más emocionantes de la Semana Santa murciana. El primero de todos. El miércoles que viene tendrá lugar otro: desde el Malecón, la talla de Jesús del Gran Poder, el conocido como Cristo de los Toreros, será llevado a San Nicolás, templo del que partirá la procesión del Viernes de Dolores, la de los azules, donde sale esta imagen. Ambos, Nuestro Padre Jesús y el Cristo de los Toreros, son nazarenos: cargan a cuestas con la Cruz en la que les llegará la muerte.