La pandemia de coronavirus ha supuesto un parón de dos años en los trabajos arqueológicos que se venían desarrollando en el yacimiento de San Esteban, dirigidos por el arqueólogo y profesor de la UMU Jorge Eiroa. En este tiempo los profesionales han aprovechando para llevar a cabo las labores de limpieza y clasificación de las piezas en el laboratorio, pero en breve volverán sobre el terreno. Eiroa afirma que «si no hay ningún retraso, está previsto que volvamos en septiembre, tras la licitación de las obras de apoyo y la sustitución de los textiles que se han deteriorado en este tiempo», trabajos que se centrarán en el recinto 2 de la maqbara y la zona comercial.