Amina, de 59 años, y Ahmed, de 70, vivían junto a dos de sus hijos, Safaa y Saad, en la casa de Barriomar, en Murcia, que el día de la Lotería por la tarde acabó calcinada en un incendio. Aunque Servicios Sociales les paga un hotel, solo lo hace hasta este domingo y «el lunes se ven en la calle», afirma Mahmoud, otro de los hijos del matrimonio.  

«El casero se lo ha comunicado a la aseguradora, pero el caso está en investigación», explica Mahmoud a LA OPINIÓN. El día del siniestro, «mi padre estaba planchando la ropa y mi madre estaba esperando el autobús en una parada cercana», cuando «hubo un cortocircuito eléctrico que provocó un incendio que se propagó por todo el salón en cuestión de segundos».

«Mi padre intentó apagarlo, pero no se veía nada, lo cual hizo que respirara demasiado humo por lo que finalmente se lo llevaron al hospital», detalla el joven, a lo que añade que «mi madre, en cuanto vio el incendio, echó a correr hacia la casa; pero, al entrar por el callejón que da acceso al edificio, se encontró con una gran llamarada provocada por el gas del aire acondicionado».

«Para cuando los bomberos terminaron la casa ya estaba calcinada», lamenta el chico, que vive con su pareja en un estudio, donde ha dado refugio a su hermana, pero no hay espacio para que vivan sus progenitores y su hermano pequeño. Ellos «están en el hostal», indica. 

Interior de la vivienda de Barriomar, calcinada por un cortocircuito. L.O.

El joven quiere «poder hacer una recolecta o recaudación, ya que el seguro no se hace cargo de un realojamiento y el lunes que viene se ven en la calle».

El hombre, que acabó en el hospital, estaba en la vivienda planchando cuando un cortocircuito provocó la tragedia

Tras retirarse los bomberos y la Policía, la familia pudo acceder al interior de la vivienda, de la cual «hemos sacado cuatro cosas, que estaban carbonizadas», afirma Mahmoud, que añade que sus padres han perdido hasta su ropa y dinero en efectivo que guardaban en la casa, que, aunque eran, «cuatro perras», eran suyas.

Piden ayuda

«Estas no son fiestas para nosotros», lamenta el joven, que tenía previsto pasar esta Nochebuena con sus suegros, cuando el fuego trastocó todos sus planes.  

Afortunadamente, tanto Ahmed como Amina se encuentran fuera de peligro

"No tienen ni ropa, hemos sacado cuatro cosas que estaban carbonizadas", relata su hijo, Mahmoud

«Hemos abierto un número de cuenta para poder recaudar dinero y poder realojarlos», comenta el joven. El número es ES85 0049 6828 1921 1000 8596. La familia acepta «cualquier donación» y busca a «alguien que tenga una casa desocupada, para poder alquilarla a un precio asequible: lo agradeceríamos muchísimo». 

Para almacenar las donaciones, «yo tengo un amigo que tiene un garaje y, todo lo que vayamos pillando, lo iremos metiendo ahí», explica. La familia se acercó ayer por la tarde a ver cómo estaba su casa: por dentro, destrozada; por fuera, el tizón marcaba la fachada del inmueble.