Los enganches ilegales para alimentar los cultivos ilegales de droga suelen generar importantes interrupciones de suministro en las poblaciones donde están instalados. Se estima que una vivienda utilizada como plantación ‘indoor’ de marihuana consume el equivalente a 80 inmuebles y la concentración de estos cultivos en determinadas zonas, como la de Espinardo, llega a saturar la red. Se da la circunstancia de que muchos de estos inmuebles son viviendas sociales del Ayuntamiento y muchos de los vecinos miran hacia el Consistorio exigiendo cuentas. Paqui Pérez es la responsable de la Concejalía de Vivienda y Servicios Sociales. «Cuando se habla de vivienda social parece que el Ayuntamiento asume toda la responsabilidad, pero por suerte, cuando una persona tiene un título, el de alquiler o el que sea, esa vivienda es suya y yo no puedo entrar ahí. La vivienda de una persona es sagrada. Sí que asumo la responsabilidad, y me parece indignante que haya viviendas que no se estén destinando para lo que estaban proyectadas. Cuando se da esta situación, la información pasa a Policía Nacional, que tiene sus protocolos, sus estrategias y sus tiempos», señala la concejal.

El incendio de un cuadro de contadores durante la noche del pasado martes en un edificio de la plaza Solidaridad en la barriada del Espíritu Santo de Espinardo es el último ejemplo de las nefastas consecuencias que conlleva la proliferación de los enganches ilegales para alimentar las plantaciones de marihuana. «Lo triste es que en ese edificio todos los vecinos son legales y no están enganchados», señala un vecinos que ha preferido no identificarse por temor a represalias. Detalla que los enganches proceden de viviendas sociales municipales tipo dúplex de la calle Sevilla. «No hay derecho, el Ayuntamiento no hace nada, tuvieron que salir las familias a la calle con niños pequeños asustados que ya estaban durmiendo», lamenta.

Otro de los vecinos de la zona teme que «un día pase una desgracia, porque no es la primera vez que ocurre algo así». «El tema de los enganches lo estamos sufriendo desde hace casi 25 años y es una asignatura pendiente», destaca, aunque concede que últimamente se está produciendo más intervenciones policiales que nunca. «Parece que hay más movimiento, se ha intensificado esa labor tras muchos años haciendo caso omiso», indica.

Asegura la edil Paqui Pérez que cuando se produce una situación como la del pasado martes, interviene quien tiene competencia para ello, Policía Nacional e Iberdrola en este caso. Reivindica que el Gobierno del que forma parte no mira hacia otro lado sino todo lo contrario. «Nadie antes se había atrevido a mirar de frente a lo que estaba pasando en el barrio del Espíritu Santo, un lugar que requiere una intervención muy potente por parte de todas las concejalías, pero también por parte de Policía Nacional y Delegación del Gobierno», afirma Pérez refiriéndose a la mesa que se constituyó en noviembre de 2020 a instancias del servicio de Vivienda, un grupo de trabajo encargado del desarrollo de un proyecto multidisciplinar de intervención en el barrio del Espíritu Santo de Espinardo. Esta mesa de trabajo, presidida por ella, está compuesta por técnicos de Vivienda, Servicios Sociales, Sanidad, Policía Local, Empleo, Limpieza Viaria, Educación, Programas Europeos, Juventud, Urbanismo y Asesoría Jurídica, y su finalidad es ofrecer una respuesta coordinada y transversal para mejorar la calidad de vida de las familias que residen en el barrio y en el resto de la pedanía de Espinardo.

Según la edil responsable del proyecto, «la pandemia ha frenado un poco el trabajo de esta mesa, pero seguirá desarrollando actuaciones, a corto, medio y largo plazo, capaces de mejorar la vida de las personas que residen en el Espíritu Santo, donde además la mayoría de las viviendas son de titularidad municipal».

Sobre las demandas vecinales de más instalaciones deportivas y espacios culturales, Pérez sostiene que «están las cosas prioritarias y las importantes; la cultura y el deporte es importante, pero lo urgente es la parte social, la limpieza, la seguridad ciudadana y trabajan con la infancia.