Disuasorios, cinco veces más económicos que los parking subterráneos

Concretamente, los aparcamientos disuasorios de la ciudad de Murcia y las zonas de la ORA son hasta cinco veces más económicos que los subterráneos, según indican desde la empresa pública Aparcamurcia, que gestiona los cinco disuasorios que existen (Atocha, Fuenteblanca, Arrixaca, Condomina y Justicia) y los aparcamientos subterráneos de Santa Isabel y el Cuartel de Artillería.

Estacionar el coche una hora en las instalaciones de Santa Isabel cuesta 2,52 euros la hora, mientras que en los disuasorios de Atocha, Fuenteblanca o Arrixaca el coste de la hora es de 0,50 euros, al igual que en la zona azul de la ORA. Entre los extremos de esa horquilla están, por ejemplo, los 1,40 euros que se pagan por una hora en el de Condomina, los 1,20 euros en el Cuartel y los 0,90 euros en el aparcamiento de Justicia, junto a la Ciudad de la Justicia de Murcia.

Desde el Ayuntamiento de Murcia se quiere ampliar la red de disuasorios y ya se está trabajando en dos nuevos. Las obras han empezado ya en el que será el aparcamiento Almirante Loaysa y se ha proyecto un séptimo disuasorio en una parcela de Churra, junto a la parada del tranvía. «Este proyecto se encuentra en trámite, a falta del visto bueno de Patrimonio», indican fuentes municipales.

Actualmente, los cinco disuasorios que hay en Murcia ofrecen a los conductores un total de 861 plazas de aparcamiento, estacionamientos que se dividen entre las 345 plazas del Arrixaca, las 212 del Atocha, las 104 del aparcamiento Fuenteblanca, las 100 de La Condomina y las 100 plazas del disuasorio de la Ciudad de la Justicia, según informa Aparcamurcia.

La concejala de Movilidad Sostenible, Carmen Fructuoso, explica que «los aparcamientos disuasorios permiten estacionar a precios muy asequibles en el extrarradio contando en sus inmediaciones con conexiones con el transporte público. En cambio la zona azul de la ORA tiene como objetivo la rotación en plazas de aparcamiento en zonas con alta afluencia de vehículos».

Estos aparcamientos ofrecen tarifas mucho más económicas y «el objetivo es no acceder al casco urbano en coche privado, desincentivando así su uso, y acceder al centro a pie, bicicleta o transporte público», apunta la edil responsable.