La amenaza de la posible construcción de dos residencias para mayores sigue en marcha a pesar de haber sido muy criticadas por distintas asociaciones, como Huerta Viva, y a las que ahora se ha sumado la Asociación de Vecinos del Malecón y su Huerta. Sus representantes, tras personarse en el Ayuntamiento y revisar los documentos relacionados con el proyecto, concluyeron que, si son llevados a cabo, se convertirían en un «destrozo del entorno» y una «ilegalidad».

Aunque el inicio de las obras aún no sea una realidad, un portavoz del consistorio asegura que están «a la espera de los informes de la Confederación Hidrográfica del Segura y Subdirección General de Bienes Culturales» que, de ser positivos, serían suficientes para llevar a cabo los proyectos.

Ante esta situación, desde la asociación de vecinos se pretende detener las potenciales edificaciones basándose en que «se han hecho interpretaciones equivocadas de las leyes» que amparan una zona en la que «solo se permitirían viviendas unifamiliares». Incluso, aseguran que forma parte de una delimitación geográfica que las asociaciones han establecido como un Bien de Interés Cultural y que «debería» haberse oficializado por medio de la Consejería educación y Cultura. Para Pati López, presidenta de la asociación, esto podría tratarse del fin de los atropellos que impiden que esta zona esté realmente protegida.

Desde Huerta Viva, su presidente y también vecino, José Antonio Moreno, lamenta que los más afectados por este tipo de tropelías «somos los ciudadanos», no solo por la importancia patrimonial que afirma que tienen estos espacios, sino por la «amenaza medioambiental» que significaría utilizar terrenos fértiles para esto, siendo la agricultura de los alrededores la más afectada.

Para Moreno, el que estén «retorciendo» las leyes de esta manera mientras a otros habitantes de la población «se le han limitado sus construcciones» se haría para satisfacer «intereses de ciertos grupos de interés» que en el proyecto «solo buscan su beneficio y no el de la comunidad». Con estas razones, resume lo que para él sería la solución al problema en un desesperanzado «¿por qué no hacerlo en otro sitio y ya?».

Lamentablemente, el par de geriátricos es otro problema más que de los que se sufren en este lugar y que la asociación de vecinos ha venido denunciando, sin las respuestas esperadas por parte de las autoridades. La implementación de un parque infantil con problemas de seguridad para los menores, un parking disuasorio mal planteado y ruidosos conciertos de verano han aumentado la tensión del Malecón y la disconformidad de los residentes.

Exigen también quitar el disuasorio del Malecón

Cuando se construyó el aparcamiento en el Malecón, se pretendía aliviar el tráfico vehicular. Pero, para los residentes de la zona, no cumplió con su finalidad.

La Asociación de Vecinos del Malecón y su Huerta reclama que, además de haberse «construido ilegalmente» en un entorno BIC, el parking disuasorio está «mal planteado».

Según la asociación, lo más ideal habría sido hacerlo a las afueras de la ciudad y con las conexiones necesarias en transporte público. Por ahora creen que este es el causante de la congestión que están sufriendo y, por eso, para ellos la única solución es «quitarlo».